La ‘Manon’ de Massenet vuelve al Liceu con un montaje a lo Broadway de Olivier Py
El teatro dedica las once funciones a Victoria de los Ángeles, que bordaba ese papel
una Manon a la moderna en la que por momentos la presencia de neones puede recordar más a un musical tipo West Side story que a este título de Jules Massenet estrenado en 1884, en París, y basado en la novela Les Aventures du Chevalier Des Grieux et de Manon Lescaut con la que el abate Prévost inspiraría luego a Puccini. Así es como llega al liceu del 20 de abril al 3 de mayo esta Traviata francesa, la ópera que junto con Carmen y Faust supone la culminación del género lírico francés. Once funciones que el Gran Teatre dedica a la memoria de victoria de los Ángeles, en su centenario, pues pocas sopranos lograron una identificación tan total entre la vocalidad y el personaje como ella. en el liceu la cantó cuatro temporadas.
lo apuntaba ayer el director artístico del coliseo lírico, víctor García de Gomar, que en ausencia del director de escena Olivier Py, artífice hace ya unos años de este montaje del Grand Théâtre de Genève y la Opéra-comique de París que “ha fijado un nuevo canon de esta ópera de Massenet”, describió a grandes rasgos lo que verá el público en escena.
“Py respeta la pieza y la actualiza, con muros de rejas negras que tanto evocan el convento, un palacio o edificios antiguos, más neones de hotel, bolas de discoteca o una rueda de la fortuna. Y Daniel izzo, el coreógrafo y repositor, rompe con el estatismo de la pareja de amantes con un movimiento del coro y los figurantes que aporta chispa”, cuenta.
Manon está atrapada entre el convento al que pretendía ingresar y los lujos que sus pretendientes ponen a sus pies. Pivota entre el deseo y la transgresión en esta obra que subraya la hipocresía social, “que nos habla del mundo de ayer y del presente”. una visión de la misoginia del s. XIX que gustaba
“Lo interesante es cómo el compositor quiere hacer pastiches que nos hacen sonreír”, dice Minkowski
de tildar de “perdidas” a las mujeres que causaban un efecto sexual en los hombres: eva, Cleopatra, lulú, salomé, Manon. “saliendo de semana santa y dado que Parsifal es la siguiente de la temporada, es hora de hablar del vanitas: la fugacidad de la vida, la inutilidad del placer”, añade.
Marc Minkowski toma la batuta en un montaje que ya dirigió en bordeaux, en el 2019, con Nadine sierra debutando en el papel. la misma que ahora lo defiende en el primer reparto del liceu junto a
Michael Fabiano (en el segundo, Amina edris y Pene Pati). “esta ópera va de todos nosotros, de cómo la vida no significa nada sin amor, por mucho dinero, belleza y talento que tengas”, dice la artista.
Fabiano sustituye al esperado Javier Camarena en el caballero Des Grieux que se prenda de Manon a primera vista... “siento gran respeto por Camarena. es difícil vaticinar con años de antelación si estarás listo para cantar un papel”, dice el tenor que cubrió en Tosca a roberto Alagna cuando este prefirió cantar Al Capone en París, musical que no atrajo al público.
el mundo de la ópera también es una tómbola. Minkowski, cuya maratoniana Trilogía Mozart-da Ponte no convenció a todo el liceísmo, tiene una oportunidad de resarcirse. Con la simfònica sigue en buena sintonía, asegura. Y de Massenet, que pasó de tocar los timbales a ser un compositor sensible, dice que es “un Mozart, por la descripción de sentimientos femeninos”. “Manon es una apoteosis de la sensualidad del arte francés con influencias de sentimientos alemanes e incluso españoles, que abre camino hacia Puccini. lo interesante es cómo el compositor quiere hacer pastiches que nos han de hacer sonreír”. Y cita ejemplos: la gavota del inicio, cuando Manon es feliz; el ballet del siglo Xviii, con una intro al estilo bach pero indigesto; un minueto ligero para dar la sensación de que estamos en otro siglo... “es esa combinación de estilos como el Trío de schubert en la película Barry Lyndon de Kubrick: cosas muy profundas del Xviii con música más romántica que fue compuesta décadas más tarde. °Y funciona!”.c