La novia es la máxima expresión de la alta costura
Cuando nos referimos a la moda nupcial, también estamos hablando de alta costura?
Sí, la novia es la máxima expresión de la alta costura. El sector nupcial es moda, sigue las tendencias actuales, aunque los ciclos y las campañas son diferentes. Y uno de mis grandes objetivos como directora de Barcelona Bridal Fashion Week (BBFW) es potenciar la vinculación de la moda nupcial con la moda en general. Además, muchas marcas de moda prêt-à-porter también tienen su línea nupcial.
¿Qué otros retos se marca como nueva directora de BBFW?
Hoy BBFW es un evento imprescindible, muy bien valorado aquí y fuera, y un modelo de éxito. Llegar a la cumbre es difícil; ha sido un trabajo muy bien hecho por Estermaria Laruccia. Ahora mantenerte allí arriba es otro gran reto. Por ello, cuidamos mucho la selección del diseñador invitado y queremos ser un evento inspiracional, lo que significa que debemos seguir siendo prescriptores dentro del sector.
Ofrecemos una fórmula única al combinar una feria internacional y una pasarela"
¿Cómo tienen previsto lograrlo?
Por ejemplo, durante el salón lanzaremos contenidos que generen interés vinculados al mundo de la moda, el arte, las novias... y que nos permitan ofrecer un valor añadido a compradores internacionales, profesionales de la industria y del sector. También hacemos networking y traemos a buyers de muchos mercados. Además, contamos con una fórmula que no ofrece nadie al combinar una feria internacional con una pasarela con 34 desfiles, y que atrae a compradores de todo el mundo.
¿La pasarela es vital?
Sí, porque es imagen, marca, pero también son ventas. Las marcas muestran sus productos porque tienen mucha visibilidad, y las buyers están allí, pendientes de las marcas que desfilan. La pasarela es esencial en cuanto a negocio e imagen.
¿Hacia dónde avanza el sector de la moda nupcial?
Hacia la inclusividad y la sostenibilidad, ajustándose a las demandas y necesidades de su público objetivo. Debemos ofrecer un vestido para cada mujer, sea cual sea la morfología de su cuerpo o su estilo y adaptándonos a sus deseos. De lo que se trata es que las novias se encuentren a gusto, estén cómodas, se sientan especiales, escojan la marca que escojan. Es de suma importancia respetar a la mujer.
Menciona el concepto "sostenibilidad". ¿El sector avanza hacia la sostenibilidad?
Hay marcas que ya están trabajando y apuestan por la sostenibilidad, y no a modo de greenwashing, sino de forma real. No obstante, la sostenibilidad es muy amplia y tiene muchos ejes, y el sector avanza para ofrecer productos de proximidad, artesanales, orgánicos, reciclados, etc., porque la novia también lo exige.
¿El salón también apuesta por esta sostenibilidad?
Sí, trabajamos en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para mitigar el impacto que tenemos como salón con acciones como reutilizar y reciclar el mobiliario, la moqueta, etc.; reducir el consumo de plástico y evitar el uso de papel. También hacemos donaciones a oenegés para que no se desperdicie la comida sobrante y colaboramos con la Fundació Ared, asociación para la reinserción de mujeres con riesgo de exclusión social y cuya presidenta es Judit Mascó. Preferimos
Sostenibilidad e internacionalización son dos retos del sector bridal y del salón BBFW"
hacer pedidos a empresas o entidades de aquí, como la Fundació Ared, que encajan con nuestra filosofía y que tienen repercusión social, que a otras "made in China".
¿La internacionalización es otro reto?
Es vital. El mercado nacional es grande, pero tiene unas limitaciones y a las marcas les interesa especialmente la presencia de compradores internacionales, algo que el salón les proporciona. Este año, el 76% de las marcas que vienen a nuestro salón son internacionales, y entre el 70 y 80% de los visitantes profesionales son de fuera. Y gran parte del éxito del salón pasa porque vengan las buyers internacionales a ver las diferentes marcas que desfilan.