Salas de paseo en el trabajo
Un edificio de oficinas de Amsterdam instala un cinta de correr de 13 m2 que permite a grupos de hasta 15 trabajadores usar el portátil o reunirse mientras caminan
Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña. El fisioterapeuta Guido Boumann detectó que más del 80% de los problemas que presentaban sus pacientes se debían a la falta de ejercicio en el trabajo, a que la mayoría de los empleados pasan cerca de nueve horas al día sentados y apenas tienen margen en sus agendas para la actividad física o ir al gimnasio. Y, junto con su amigo y tenista Mathijs Verdam, pensó en hacer algo para promover entornos de trabajo más saludables, facilitar que la gente pueda moverse más durante la jornada laboral y poner fin a ese sedentarismo que tanto perjudica la salud.
Con esa misión fundaron la firma Walking Room y diseñaron y fabricaron la cinta de correr más grande del mundo, de 13 metros, que permite a las personas reunirse, charlar y trabajar mientras caminan sobre ella.
Fuentes de la compañía explican que primero optaron por la instalación de cintas de correr individuales debajo los escritorios y de las mesas de trabajo en varios entornos profesionales “pero los seres humanos somos animales sociales, nos gusta hacer las cosas juntos, y vimos que al unir todas las cintas y facilitar con ello reuniones grupales de caminata, su uso aumentó”. Y de ahí surgió el proyecto de las salas de paseo, de crear una gran plataforma que permitiera albergar a entre 8 y 15 usuarios trabajando, hablando y caminando al mismo tiempo.
La primera ya está instalada en el EDGE Stadium, un edificio de oficinas multisectorial ubicado junto al estadio olímpico de Amsterdam. Además de la pista móvil que simula un césped artificial, la sala está equipada con una gran pantalla y un gran escritorio donde pueden ubicarse ordenadores portátiles, teléfonos y otros dispositivos para trabajar desde la cinta andando o desde el lado opuesto si se quiere estar parado.
En una entrevista por correo electrónico, los responsables de Walking Room explican que su diseño responde a los resultados de diversos estudios realizado con trabajadores de oficina de diferentes sectores empresariales y de distintos países que muestran que el 70% de los empleados desearía tener más actividad física a su alcance durante la jornada laboral. Y de esos estudios también han extraído cuál es la velocidad ideal para trabajar en movimiento de una forma cómoda. “La velocidad preferida para caminar y trabajar es de 2,5 kilómetros por hora, mientras que para caminar y reunirse sube hasta 3,5 kilómetros; y quienes quieren una caminata más potente eligen 5 km/h”, detallan.
Y esas son las tres velocidades que permite su plataforma de paseo, que cuenta con barandillas y sensores para advertir a los usuarios si están cerca del borde, entre otras medidas de seguridad. Añaden que los estudios realizados con diferentes colectivos de trabajadores también revelan que el uso más práctico de la sala de paseo es para reuniones grupales en las que los usuarios pueden caminar, hablar entre ellos y hacer presentaciones, y que dos de cada tres encuestados dice sentirse más productivo cuando se mueve lo suficiente durante la jornada laboral.
Esta apreciación subjetiva coincide con los hallazgos de trabajos científicos que han constatado que hacer ejercicio de forma regular, interrumpir el tiempo sentado o incluso deambular mientras se habla por teléfono puede aumentar la agudeza mental, la capacidad de concentración y la toma de decisiones, lo que se traduciría en una mayor eficacia y eficiencia en el trabajo. Entre otras razones, porque el ejercicio estimula el flujo sanguíneo y mejora la neuroquímica cerebral. A ello se suma que la actividad física contribuye a reducir el estrés, algo que también se traduce en mejoras del ánimo y de la productividad. “Walking Room está diseñado para albergar sesiones energizantes, interactivas e inspiradoras que permiten que los usuarios-trabajadores sean más felices, creativos y productivos”, enfatizan los impulsores de la empresa.
El 70% de los empleados encuestados desearían tener más actividad física durante su jornada laboral