Un error del Ayuntamiento deja a Calonge sin playa para perros
El municipio olvidó hacer constar en el plan de usos de temporada el espacio canino
Hace dos semanas los ayuntamientos de Platja d’aro y de Calonge anunciaron la puesta en servicio de la cala Belladona como playa para perros, convirtiéndose así en el primer arenal para mascotas de estos dos municipios del Baix Empordà. Sus responsables políticos recordaban entonces la “gran demanda” de este servicio por parte no solo de sus vecinos, sino también de muchos visitantes y de hoteles y restaurantes con el sello de pet friendly. La playa canina se estrenó en Semana Santa con gran éxito de asistencia de mascotas y entre las críticas de un grupo de vecinos de urbanizaciones cercanas, la mayoría de segunda residencia, que consideran su elección como un “atentado ecológico”.
Pero no será la presión popular sino un error en la tramitación el que podría dejar a Calonge, al menos este año, sin su espacio para perros. El plan de usos de temporada presentado por el Ayuntamiento, un documento en el que los municipios piden autorización a la Generalitat para aquellos nuevos servicios y elementos que instalaran en sus arenales (hamacas, chiringuitos, espacio de alquiler de barcos o papeleras…) no incluye la playa canina. En las fichas de actividades de la actualización del plan de usos, la única mención a la playa para mascotas es la inclusión de un “elemento informativo”, una señal indicativa que ocupa un metro cuadrado. Pero ni rastro del metraje reservado a los canes. Y ahí es donde está el error que Calonge ha conocido por una llamada de La Vanguardia.
Fuentes de la Generalitat subrayan que con la ley en la mano, el espacio para perros solamente se puede habilitar en el tramo de cala que pertenece a Platja d’aro, que sí ha hecho la tramitación correctamente. Son aproximadamente unos 680 metros cuadrados, un 20% de la superficie total de la cala. El jefe de playas de Calonge, Iván Valencia, asume el mea culpa y confía en poder subsanar el error, aunque la resolución final podría llegar demasiado tarde. “Reconozco mi error; aunque en el documento había indicios de que queríamos una playa para perros –aparecía en un mapa y en una de las fichas pedíamos la autorización para colocar una señal– nos faltó incluir el metraje”, dice.
Mientras, vecinos de las urbanizaciones próximas presionan para que toda la cala Belladona deje de ser espacio para perros. “Nuestra reivindicación no es contra los derechos de los animales, sino que queremos preservar una de las pocas calas vírgenes que quedan en la zona”, afirma Jelena Popovic, portavoz de los vecinos de la zona.c
Con la ley en la mano, los canes solo podrían estar en la parte de la cala Belladona que es de Platja d’aro