La Vanguardia

La mala reputación

- Francesc Peirón

Paco Ibáñez realizó una muy sentida versión de La mala reputación de George Brassens.

Es cierto que el trovador francés hizo en ese tema un elogio al inconformi­sta, al que quiere ser diferente y lucha por serlo. Permítase, sin embargo, que esta nueva versión se adapte para escenifica­r un estado de ánimo en el que todos señalan al malo.

Hay unanimidad en repetir el estribillo del “todos me miran mal, salvo los ciegos, es natural”. Así, todos miran mal a Daniel Snyder y todos, incluso los ciegos, parecen festejar que este empresario deje de ser el propietari­o del equipo de fútbol americano de Washington.

Después de 24 años al frente de la institució­n, Snyder ha cosechado un logro difícil de alcanzar. Su franquicia jugó bajo más nombres de equipo (tres) que ganó partidos de playoffs (dos).

Los hoy Washington Commanders, convertido­s en un remedo de viejas glorias, se llamaron antes Washington Football Team, en la transición hacia el actual apelativo al verse obligado el dueño, contra su voluntad, a renunciar a su apodo de Redskins, pieles rojas, por la queja histórica de racismo formulada por los nativos americanos.

A lo largo de su periodo como propietari­o, la popularida­d de esta escuadra se ha hundido y se ha convertido en una especie de libro de texto sobre lo que es un lugar de trabajo tóxico, una historia repleta de denuncias de abusos a las empleadas, entre estas cheerleade­rs que se vieron obligadas a participar en sesiones de fotografía en topless para un calendario o a asistir a noches de fiestas con patrocinad­ores.

Sobre el propio Snyder recayeron acusacione­s de meter mano a empleadas. Una de estas llegó a un acuerdo económico confidenci­al de 1,6 millones de dólares para zanjar una denuncia por acoso y asalto sexual.

El anuncio de que vendía, rompiendo la negativa mantenida durante años, supuso un motivo de celebració­n en general. Lo que no quita que también se viera como un acto de injusticia recibir el regalo de 6.000 millones de dólares por la venta, equivalent­e a 7,5 veces de los 800 millones que pagó en 1999.

Es lo que se llevará a pesar del enorme daño que ha causado a una franquicia que era una de las más admiradas y seguidas en el país. Sin embargo, como remarcan los analistas, en una liga en la que la mala conducta y peor reputación son excusadas por el talento o el dinero, no deja de ser una lección que Snyder se haya visto obligado a irse tras estar mucho tiempo atacando a sus colegas de otros equipos en lugar de introducir cambios de buena fe.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain