La guerra de las señales para despistar turistas divide a los vecinos de Vallcarca
Bové, Marià Labèrnia, Labèrnia y Turó de la Rovira.
“Todo esto empezó con Xavier Trias como alcalde, que empezó con aquello de esponjar y descentralizar el turismo de Barcelona –tercia Fran Bernal, uno de sus representantes de esta nueva entidad, y también de otra asociación más veterana, la de vecinos Parque Mixto Turó de la Rovira–, y luego, durante los dos últimos mandatos, la alcaldesa Ada Colau y su socio Jaume Collboni insistieron en esa idea sin hacer nada para mitigar sus consecuencias. Las restricciones a la industria turística en el centro de la ciudad aumentaron la presión sobre el resto de barrios. Entre todos nos están vendiendo a este negocio, como al resto de Barcelona. Si no rebajan el número de visitantes todo lo que hagan serán tiritas. Con el agravante de que encima somos un barrio con una afectación urbanística de más de medio siglo, con alrededor de 300 viviendas pendientes de la picota, para terminar de convertirnos en cualquier momento en un gran parque temático para los visitantes. De ahí que reivindiquemos también la desafectación, para que no nos quiten de en medio ¿acaso los vecinos molestamos? ¿por ello están dejando que todo se degrade? Somos todo un barrio en situación de vulnerabilidad”.
¿Quién no escuchó aquí alguna batallita de su abuelo o de su bisabuelo, de cuando aquella aviación italiana que bombardeaba con saña toda Barcelona? Estos búnkers aún son aquí mucho más que un privilegiado mirador. Y las barracas que la gente levantó después aquí mismo son también un motivo de orgullo vecinal. Porque aquellas infraviviendas también representan un barrio unido ante la adversidad, un barrio al margen donde la gente vivía de puertas hacia afuera, porque únicamente de este modo podían sobrevivir, yendo siempre todos a una, ayudándose a cuidar los críos, compartiendo pucheros. Quizás sea un recuerdo idealizado. Acostumbra a ocurrir. Aquí, a los búnkers, durante años, también acudieron muchos ladrones de toda la ciudad para desballestar tranquilamente motos robadas. Pero también es el recuerdo que por estas calles y caminos aún atesora mucha gente. De ahí tanto malestar. Aquí están muy orgullosos de lo que fueron.
El Ayuntamiento está intentando sacar los búnkers de las guías turísticas, procurando que no vuelva a grabarse por aquí ni una anuncio y ni otra película llamada al éxito juvenil, diseñando nuevas políticas que atraigan a un visitante más interesado en el legado histórico del lugar ultima el vallado de la zona... Pero las medidas municipales tardarán mucho en contrarrestar las sugerentes publicaciones en italiano en Tiktok que te explican el modo más cómodo de llegar, que te prometen una velada sin igual, que te invitan a colgar tu selfie cuanto antes...c