Barcelona es una fiesta
El admirado escritor italiano Nuccio Ordine es uno de los miles de enamorados que tiene Barcelona cada Sant Jordi. “El amor por los libros es el amor por la libertad”, le explica en una entrevista a nuestra corresponsal en Roma, Anna Buj, en nuestro suplemento especial de Cultura/s para la ocasión. No nos cansaremos de decir que somos unos privilegiados por poder disfrutar anualmente de la festividad del día del Libro, y especialmente este año, donde salimos disparados después de arrastrar la penuria de la pandemia. La explosión literaria es colosal: crece la producción de libros, aumentan las ventas y se dispara el número de lectores, también los más jóvenes. El optimismo del sector lleva a volver a hablar de un seguro récord de venta de libros entre hoy y mañana.
La festividad de Sant Jordi coincide, además, con toda clase de actividades culturales y lúdicas que hacen que Barcelona sea estos días una fiesta total. Al tradicional Barcelona Open Banc Sabadell-trofeo Conde de Godó de tenis se le ha sumado el Barcelona Film Fest, un festival de cine que aspira a situar a la ciudad en el mapa de los grandes certámenes internacionales. Si el tenis bate récords con todas las entradas vendidas y más público que nunca en el village, el festival cinematográfico espera también superar la cifra de 17.000 espectadores que vinieron hace un año.
La revitalización de la ciudad es un hecho y, a pesar de todos los pesares y dramas que nos acompañan, se nota en la calle un ambiente festivo como pocas veces. No solo el llamativo y, en algunos casos, pesado turismo de masas, sino el propio ciudadano local que llena calles, restaurantes y comercios en una ciudad que luce más que nunca cuando llega el buen tiempo.
Al escribir este artículo esperábamos también el encendido de la Feria de Abril del Fòrum, con afluencia masiva de público y también de políticos en campaña, que no pierden su oportunidad. Hay fiestas para todos los gustos y públicos para todo. Ya va bien después de este triste periplo de crisis que hemos vivido y las que aún, seguramente, nos quedarán por vivir.
Que compren muchos libros, regalen muchas rosas y se sientan felices de estar enamorados.