Falta de agua
Despertarse por la mañana y contemplar el cielo despejado y deslumbrantemente azul al abrir la ventana antes era fuente de alegría y fortuna, pero el tiempo transita en bajas lluvias y la sequía azota con preocupación buena parte de Europa. Nuestros pantanos descienden a márgenes preocupantes. España se seca, y Europa también, y según las previsiones meteorológicas, el 2023 se prevé como uno de los años más calurosos. Poca agua auguran que caiga del cielo y demasiado sol abrasador que yerma tierras y el deslumbre del verde de nuestros prados es cada vez más dorado, color de infortunio abrasador.
Una de las principales fuentes de vida, el agua, escasea y puede que muchos se atrevan todavía a malgastarla; a desviar la mirada y despreciarla cuando corre en los ríos, embalses o en el grifo de casa. Las imágenes vía satélite de la Tierra comparativamente con el 2022 ofrecen un preocupante paisaje consumido, desaguado, cada vez más drenado. Esta semana, The New York Times ofrecía un aflictivo reportaje fotográfico con las aristas de nuestra tierra asemejadas a un desierto evocador de lo que antes fue fuente de vida y navegación. En pueblos de Italia, aquellos que cruzaban en barcas a la otra orilla, ahora lo pueden hacer a pie y, en nuestro país, sucede lo mismo. Igual que en Portugal.
¿No es suficiente motivo para racionar el agua en las grandes ciudades como Barcelona? Por el momento para fines agrícolas o industriales… Son los efectos de la emergencia climática por carencia de agua y no parece ni en los mejores auspicios que la cosa vaya a mejorar. Vamos a más carencia y a la llegada del verano tostado, torrefacto, secano y muy caliente para nuestras tierras.
Abrir la ventana y ver la magnificencia del astro sol es un chute de la necesaria vitamina D, extrañamente carente cada vez más en nuestro organismo… El sol ofrece también vida, pero parece que Zeus se ha olvidado de mandarnos lluvia para bendecir nuestras tierras y limpiar el aire cada día un poco más castigado y contaminado. Este no es un artículo atronador, ni agorero, pretende ser un latiguillo en la consciencia de todos. Una pequeña pausa reflexiva a lo que acontece, porque hay que hablar de las verdaderas grietas y dejar de lado las cortinas de humo, que no adolecen pero sí adormecen.
Según las previsiones meteorológicas, el 2023 se prevé como uno de los años más calurosos