Sant Jordi de “diez días”, pendiente del Meteocat
Los libreros ultiman los preparativos para celebrar a lo grande su fiesta más señalada
la página del Meteocat es probablemente una de las webs más visitadas esta semana en Catalunya. libreros, autores y lectores están más pendientes que nunca del cielo tras las inclemencias meteorológicas del pasado Sant Jordi, que ocasionaron cuantiosas pérdidas, tanto por los libros dañados por el agua como por haber tenido que cesar su actividad durante varias horas. Por si fuera poco, la caída de carpas llegó a herir de levedad a cuatro personas. “Fue una verdadera pesadilla. Y eso que nosotros no fuimos los que más sufrimos, porque nuestro stand resistió”, recuerda Sofía Machain, responsable de comunicación de la librería Finestres.
Por lo que al tiempo respecta, poco se puede hacer, más allá de fijar bien las carpas y poner los ejemplares a buen recaudo. “Una lección que, sin duda, hemos aprendido todos”, asegura Fernando Pelayo, de la librería +bernat. Pero lo que sí está en manos de libreros y editoriales es organizar todo para que esté listo para el fin de semana. abrir cajas, preparar los ejemplares que estarán en las paradas y acabar de cerrar todas las firmas son algunas de las tareas más repetidas estos días. “a todo ello hay que sumarle las labores que ya de habitual se hacen en la librería, que no son pocas. Pero bendita locura”, reconoce el librero segundos antes de descolgar el insistente teléfono. “No ha parado de sonar en toda la mañana”, apunta Montse Serrano, dueña del establecimiento, mientras atiende a una clienta que le pide consejo para regalar una novela a su amiga.
Neus, de la Central de la calle Mallorca, está igual de atareada contestando e-mails y colocando libros recién llegados en tienda. Ha aprendido a hacerlo casi sin mirar la estantería, pues no pasa un minuto sin que se acerque alguien a preguntar por la ubicación de algún ejemplar. “aunque sea mediodía, estamos llenos. Se nota el incremento de personas en estas fechas. Muchos quieren comprar por adelantado para evitar aglomeraciones, lo que nos obliga a estar a pleno rendimiento desde hace días”.
iolanda batallé, al frente de ona Pau Claris, comparte la reflexión. “Cada vez resulta más evidente que Sant Jordi es una fiesta que dura diez días. El 23 es un día único en el que se despliega la magia, pero los días previos cada vez están más cargados de actividades relacionadas, como el concierto este viernes de la banda de escritores Malalletra. Es por este motivo que somos muchos los que paramos durante una o dos semanas las presentaciones habituales para poder enfocarnos en que todo salga bien. No debemos olvidar que nos jugamos mucho, porque son días en los que se logra una tercera parte de la facturación de todo el año. Eso sí, tenemos que trabajar para que las cifras sean igual de buenas los 364 días restantes”.
Para que todo vaya sobre ruedas este fin de semana, es “primordial” una buena gestión, ya que “de no ser así, estaríamos condenados al fracaso”, insiste batallé, que explica que lleva desde finales de enero haciendo números y hablando con autores para que vengan a firmar.
Por su lado, Èric del arco, librero de documenta y presidente del Gremi de llibreters, confiesa que “todavía quedan las últimas cajas por llegar. Suele dar apuro pedir de más y te acabas quedando corto. Pero lo bueno es que de esto te das cuenta estos días y tienes margen para hacer algún último pedido”. del arco no quiere que nadie se quede sin el libro que busca, aunque esto no siempre es tan fácil de prever, y más teniendo en cuenta la afluencia de gente que se espera este domingo, tal y como señaló el presidente de la Cambra del llibre, Patrici Tixis, en una rueda de prensa a principios de mes, en la que auguró que la de este 2023 será “la mejor fiesta de la historia de esta celebración”.
del arco es prudente y prefiere no posicionarse, aunque reconoce que “las sensaciones son muy buenas, especialmente si tenemos en cuenta que venimos de una pandemia”. Señala que esta edición es la que, “en términos profesionales, hay más gente organizada y, seguramente, más paradas”. Pero pide que nadie se quede con eso. “No se busca tanto cantidad, sino calidad. Que Sant Jordi tenga infinitos stands no es algo que se busque. lo único que queremos es que todo salga adelante y que acabemos exhaustos, pero felices. Y seguro que así será”, concluye.
Muchos lectores adelantan sus compras, lo que obliga a las librerías a estar a pleno rendimiento