Un día de locos

En la pista, Alcaraz y Davidovich Fokina. En lo alto de la silla, Jaume Campistol, el juez catalán que va camino de hacerse más famoso que Bernardes. Y disfrutando del buen tenis, personalidades de todos los ámbitos, devotos a la caza de autógrafos y muchos micros en busca de una exclusiva. Día de locos. La primera fila, claro, fue para Javier Godó, conde de Godó, que aplaudió la fuerza del murciano flanqueado por Alberto Núñez Feijóo y su candidato del PP a la alcaldía de Barcelona, Daniel Sirera (recién llegado de anunciar el fichaje de Santi Fisas).

También en ese sector prémium de la zona noble estuvieron, no podía ser de otro modo, Jordi Cambra (el presidente del club que ahora celebra el 70.º aniversario del trofeo y el año que viene el 125.º de la entidad), Josep Oliu y Kristoff Puelinckx de Tennium, así como Laura Vilagrà y Xavier Trias, otro alcaldable que repetía.

Y ya más apartado, pero igual de solicitado, se vio a Robert Lewandowski aplaudiendo vigorosamente a Alcaraz (y a Davidovich, solo faltaría) igual que el cantante álvaro Soler, Arturo Valls y Pablo Urdangarin, cada uno por su cuenta y con su gente, pero muy cerca de las hermanas Alba y Rosa Tous. De los también joyeros Jordi y Esteve Rabat. Y de Chema Casas, Montse Puig y Manuel Brufau, que, invitados por Pere Guardiola, de Grupo Godó, estaban casi codo con codo con José María Fuster Fabra (el abogado multitask que ahora defiende a Bartomeu) y Javier Marcet (nieto del mítico blaugrana), invitados por Santi Nolla y Cristina Cubero, de Mundo Deportivo.

Lo dicho, un día de locos que no se perdió Cédric Muller, director general de Rolex España, y que hizo trabajar más a full que nunca al inmenso equipo del restaurante de Aspic que, con el dúo imparable que forman Quique Roca-umbert y Eduard Casanovas a la cabeza, y casi mil servicios servidos, recibieron otras tantas felicitaciones.