La Vanguardia

La sequía obliga a cerrar por primera vez en su historia el canal de Urgell

Con la medida, de mínimos para los cultivos, se espera garantizar el agua doméstica

- Vivr ursrv Lleida

Por primera vez en sus 161 años de historia, la Comunitat General de Regants dels Canals d’urgell, que abastece a 120.000 personas y a 70.000 hectáreas agrícolas en Lleida, ha cerrado las compuertas de su canal principal. A partir de ahora, solo correrá agua para abastecer a los municipios y regar una vez al mes los árboles para que no se mueran. La comunidad ha puesto punto y final a los riegos en abril por la escasez de reservas de agua en los pantanos del río Segre, Rialb y Oliana.

Ayer, antes de la 12 del mediodía bajaban 23 metros cúbicos de agua por segundo, a las 12 bajaban doce y a las ocho de la tarde, solo dos. “Tenemos que garantizar, una vez acabe la campaña de regadío, el abastecimi­ento de la población, suministra­mos al 30% de la provincia de Lleida, y también la superviven­cia de los árboles”, afirma el director general de la Comunitat de Regants del Canals d’urgell, Xavier Díaz.

El lunes, a escasas horas del cierre de las compuertas en Ponts, en el Consell Comarcal del Pla d’urgell, en Mollerussa, alcaldes y presidente­s de las comarcas afectadas, la Segarra, el Urgell, las Garrigues, el Segrià y la Noguera, consensuar­on una carta que recibirán los vecinos apelando a la conciencia de cada uno para no gastar más agua de la necesaria para evitar medidas de restricció­n.

“Queremos trasladar que lo más importante es la responsabi­lidad de cada persona, hacer llegar el mensaje a todo el mundo, que a nadie le pase desapercib­ido que tenemos una situación crítica, y por lo tanto que la gente haga un uso racional del agua, que cierre más el grifo”, insiste Rafel Panadés, presidente del Consell Comarcal del Pla d’urgell, alcalde de El Poal y representa­nte, en la Casa Canal, de los municipios que beben agua del canal de Urgell.

“La idea es –agrega– tomar conciencia de cosas como que, si se tiene que lavar el coche, que se cierre el grifo mientras se enjabona; no llenar diariament­e piscinas pequeñas de plástico y usar la municipal; o reutilizar el agua de limpiar la lechuga para regar las plantas”. El cierre del canal principal afecta a unas 50.000 hectáreas de cultivos de los 70.000 que riega, las otras 20.000 hectáreas no se ven afectadas por el cierre porque reciben agua del río Noguera Pallaresa, que no se encuentra en una situación tan crítica.

Se dejarán de regar 26.000 hectáreas de cereal de invierno, unas 6.500 de cereal de verano, otras 7.500 de alfalfa y las 9.500 de frutales tendrán riego de superviven­cia.

El director del canal reconoce que la situación es crítica. “Esto es una tragedia. Es dramático. Los agricultor­es reaccionan bien porque son buena gente. Pero es como si un trabajador espera cobrar 2.000 euros y no cobrara nada o 100 o 200. Por eso nos hemos anticipado. Hemos pedido ayudas a las administra­ciones”, asegura. El presidente del canal, Amadeu Ros, insiste en que es el momento de que las administra­ciones se vuelquen: “En unos días nos vendrán a ver todos, ha estado aquí Salvaldor Illa (primer secretario del PSC); el jueves viene la consellera de Acció Climàtica, Alimentaci­ó i Agenda Rural, Teresa Jordà, y el presidente de la Generalita­t, y hemos pedido también que venga el ministro de Agricultur­a, Luis Planas”.

Del drama que viven, hablan los agricultor­es. Jaume Pedrós, sindicalis­ta de Unió de Pagesos, produce cereales en Linyola. “Una parte importante de mi explotació­n no va a tener ingresos. Como siempre, estamos pidiendo. Este año no hay esperanza”. Situación parecida también en Ivars d’urgell. Bernat Ramon tiene 34 años y cultiva frutales. “Es una situación de tristeza y nervios. Ahora nosotros, los agricultor­es. Pero afectará a todos, la escasez se verá también en los precios”, afirma.

Y en Castellser­à, David Borda, sindicalis­ta y también productor de frutales, se lamenta de que las piscinas se llenen y los agricultor­es no puedan regar.

Mientras, el canal Segarra-garrigues, con riegos más eficientes, consume menos, ha llenado estos días sus balsas con la esperanza de que la Confederac­ión Hidrográfi­ca del Ebro (CHE) le siga suministra­ndo en mayo la que consuman y guardar estas reservas para junio. No lo tienen garantizad­o.

Los alcaldes de Lleida imploran un esfuerzo colectivo para mantener los grifos cerrados

 ?? Anna Berga / ACN ?? Un agricultor de Linyola, ayer por la mañana, regando su finca de cereal tras el cierre del canal principal
Anna Berga / ACN Un agricultor de Linyola, ayer por la mañana, regando su finca de cereal tras el cierre del canal principal

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