Sirera quiere entrar en el gobierno municipal si el voto del PP es decisivo
El candidato popular en Barcelona expone sus condiciones a Trias y Collboni
El alcaldable del PP en Barcelona, Daniel Sirera, presentó ayer su programa para las municipales en la Casa Seat, donde protagonizó una de las entrevistas del ciclo organizado por Barcelona Global y La Vanguardia para dar a conocer las propuestas de los principales partidos.
En conversación con Enric Sierra, director adjunto del diario, el candidato popular anunció que quiere gobernar y que aspira, por tanto, a entrar en el equipo de gobierno que salga de las urnas, en las que espera doblar la representación del PP y lograr cuatro concejales.
Cuando llegue el momento, ironizó, tendrá que elegir entre el “susto o muerte” del socialista Jaume Collboni, que “es parte del problema”, o el posconvergente Xavier Trias, que “no fue un buen alcalde”, pero no se plantea dar su apoyo ni a los comunes de Ada Colau, que tacha de populistas, ni a los republicanos de Ernest Maragall, por su ideología independentista.
Con esas “líneas rojas”, la clave para el PP, si sus votos resultan decisivos, será su programa, que Sirera desgranó en seis ámbitos de actuación a partir de las preguntas de los asistentes: la innovación social y la calidad de vida, la atracción de talento e inversiones, la cultura, el turismo y el comercio, el urbanismo y la vivienda, y la movilidad y la descarbonización de la ciudad.
“Hay suelo para construir entre 40.000 y 50.000 pisos en la Zona Franca o la Sagrera”, dijo sobre el problema de la vivienda, que debería abordarse con perspectiva metropolitana ante la escasez de terreno en el término municipal de Barcelona.
En cuanto a infraestructuras, Sirera acusó tanto al Ayuntamiento como a la Generalitat de poner “palos en las ruedas” a la ampliación del aeropuerto y propuso “mover la Ricarda 300 metros” para construir la tercera pista. Pese al frágil equilibrio ecológico del delta del Llobregat, el alcaldable del PP adujo que es un “lago artificial” y que a las aves se les daría un tiempo para que se readaptaran.
Tras insistir en sus demandas de contratar a mil nuevos guardias urbanos para mejorar la seguridad, revertir el urbanismo táctico y olvidarse de la conexión del tranvía por la Diagonal o bajar los impuestos y eliminar la burocracia como condiciones para un pacto de gobierno con el PSC o Junts, Sirera se reivindicó como un político liberal y propuso dejar que el mercado y la competencia resuelvan las vicisitudes económicas.
“Hemos de potenciar los negocios en lugar de prohibir la apertura con la aplicación de planes de uso. La diversidad comercial no se puede imponer. Es una voluntad enfermiza de la izquierda controlar lo que puedes hacer y no puedes hacer”, argumentó el candidato.
Y en este sentido, Sirera refutó que la llegada de nómadas digitales con gran poder adquisitivo haya disparado al alza los alquileres en un proceso de gentrificación: “Hay que darse cuenta de que estamos en la Unión Europea y no en Cuba o Venezuela”, defendió el alcaldable del PP, que insistió en que “Barcelona será turística o no será”, porque el turismo representa un 15% de su PIB. Así que, a su modo de ver, “alfombra roja y banda de música”.
El alcaldable descarta apoyar a Colau o Maragall, y se resigna al “susto o muerte” de elegir al PSC o Junts