Cumbre literaria en el Palacio Real
“repasando las biografías de los invitados, veo que la fecha de nacimiento cada vez es más reciente y que hay un buen relevo”, comentaba con una sonrisa Felipe Vi. Tras el tradicional almuerzo a representantes del mundo cultural por el premio cervantes, los reyes charlaban informalmente con los invitados.
Para muchos, era la primera vez que asistían a este encuentro tradicional en el Palacio de oriente, una cita que visibiliza el apoyo que los monarcas se esmeran en brindar a este sector. es difícil no quedarse un poco impresionado cuando se asciende por la escalera de embajadores del majestuoso edificio, flanqueado por los imperturbables alabarderos de la guardia real.
en el aperitivo en el salón de columnas ya se han ido encontrando los grandes editores como José creuheras, de Planeta, y Núria cabutí, de Penguin random House; el director de la rae, santiago Muñoz Machado; académicas como carme riera, Aurora egido, soledad Puértolas o la más reciente, clara sánchez; el filósofo y director de la Fundación March, Javier Gomá; Daniel Fernández y Patrici Tixis, Juan cerezo; la lingüista Teresa cabré, presidenta del iec. Y, entre los escritores, la ganadora del premio Tusquets, cristina Araújo; la del premio biblioteca breve, rosario Villajos; Virginia bieto, Manuel Vilas, José Gómez Jurado y barbara Moldes, ildefonso Falcones, ray loriga, Karina sainz con un vestido verde brillante “porque es mi color favorito y también por el simbolismo de traerlo aquí a palacio” (“verde” es el acróstico de “viva el rey de españa”).
el ministro de cultura, Miquel iceta, muestra su satisfacción por el éxito del sant Jordi barcelonés: “Noté como una ansiedad, la gente quería más y más”. en una esquina, sentado porque le molesta una pierna, el veterano luis Maria Anson, memoria viva de tantas historias pequeñas y grandes de la monarquía y de la sociedad española.
Tras el protocolario saludo a los reyes, el centenar de asistentes pasa al comedor de gala, creado por Alfonso Xii, uniendo tres salas del palacio, con columnas de mármol, 15 lámparas de bronce y 17 tibores (grandes recipientes ornamentales) chinos.
el nonagenario poeta venezolano rafael cadenas, premio cervantes 2022, se sienta junto al rey. en las palabras iniciales que le dedica Felipe Vi dice que su poesía “está apegada a la vida, nace involuntariamente de ella y se convierte en expresión de su realidad, que conoce el fracaso, la derrota, la soledad y el exilio, pero también los más elevados sentimientos del ser humano”.
el rey anima a los asistentes a celebrar “la enorme vitalidad del español, a la que todos contribuís”. Ha propuesto a continuación un brindis por el galardonado, pero, momento anecdótico… en las copas aún había solo agua. “brindaremos cuando haya posibilidad de hacerlo”, ha resuelto pragmáticamente (lo ha hecho después con el escritor).
en la mesa imperial, la que acoge a jefes de estado, un menú sano: salmorejo de tomates asados, con ventrisca de bonito y huevas de arenque; lomo de pagro asado con milhojas de verduras de temporada; frisuelos rellenos de crema de manzana.
Y a la hora del café, los corrillos. los reyes, es sabido, son buenos lectores. la reina letizia habla largamente con la editora de Acantilado, sandra ollo; y sorprende a laura Ferrero al comentarle que ha tenido muy buenas referencias de su reciente novela Los astronautas. en torno al rey Felipe, se habla de rusia, Dinamarca, inglaterra, donde viajará pronto para la coronación de carlos iii. le escuchan carme riera, Andreu claret, olga Merino y la más reciente premio Josep Pla, Gemma Ventura. como siempre, el acto acaba con la misma puntualidad con la que ha empezado.