San Francisco registra un muerto por sobredosis de opiáceos cada diez horas
La rica ciudad californiana ilustra la grave crisis del fentanilo a escala nacional
Un muerto cada diez horas.
Este es el trágico registro del impacto de las defunciones accidentales por fentanilo en San Francisco a lo largo del primer trimestre de este año, mientras la crisis de las sobredosis continúa causando cada vez más estragos en la Costa Oeste de Estados Unidos.
En estos tres primeros meses del 2023, la ciudad californiana contabiliza 200 fallecidos por esta circunstancia.
Esto supone un incremento de un 41% respecto al mismo periodo del 2022, cuando hubo 141 difuntos, según el informe de la oficina del forense.
Hace años que se habla de buscar solución a este grave problema sanitario. Pero está demostrado que, pese a la buena voluntad, las cosas siempre pueden empeorar.
Las defunciones por el efecto del uso de opiáceos sintéticos siguen mostrando unos números de espanto. Cerca de 80.000 en el 2022 a escala nacional, al menos el doble que los accidentes de circulación.
En San Francisco, los más vulnerables a las sobredosis son los sintecho que viven en las calles. El doble de las personas sinhogar falleció por esta casa comparado al año anterior.
Las minorías son particularmente vulnerables. Una tercera parte de las víctimas son personas negras, a pesar de que solo representan un 6% de la población de la ciudad.
Aunque el problema sea nacional, San Francisco es una metrópolis con una economía fuerte y, por esto, especialmente ilustrativa del calado que ha alcanzado este problema.
“Es una pena que una ciudad rica como San Francisco no tenga una respuesta unitaria para combatir las muertes por sobredosis”, afirmó el doctor Daniel Ciccarone, de la Universidad de California, en The Guardian.
El acercamiento cada vez más punitivo hacia los consumidores no ha hecho más que agravar los riesgos, lamentó.
“Estamos políticamente divididos entre los que tienen mucho dinero y quieren las calles barridas y aquellos que apuestan por una aproximación basada en la salud, la ciencia y la compasión”, añadió Ciccarone.
El incremento en el número de defunciones empezó en diciembre, pero se hizo más que aparente en enero. En ese mes se registraron 82 muertes. Esto hizo que la ciudad tuviera la cima de fallecimientos jamás alcanzada por esta circunstancia.
A este punto se llegó después de que el gobierno municipal cerrara un centro de atención clave donde los consumidores podían consumir las drogas bajo atención sanitaria.
San Francisco es una de las ciudades más liberales de Estados Unidos. El pasado verano, sin embargo, los votantes forzaron en las urnas la dimisión del fiscal general. La alcaldesa London Breed nombró a Brook Jenkins, quien apostó por una aproximación bajo el postulado de ley y orden, lo que ha llevado al incremento en las detenciones de traficantes.
En diciembre, Breed ordenó el cierre de ese centro de atención, en el barrio de Tenderloin. Aunque no era oficial la supervisión a los drogadictos, evitaron unas cuantas defunciones. Gracias al medicamento Narcan revertieron 330 sobredosis por opiáceos en once meses.
La ciudad tuvo 200 fallecimientos por sobredosis en el primer trimestre del 2023, un 41% más que en el 2022