El Partido Colorado de Paraguay consolida su poder hegemónico
El Partido Colorado (PC) consolida su poder hegemónico en Paraguay tras la victoria de Santiago Peña en las elecciones presidenciales del domingo y frena la tendencia del avance de las fuerzas progresistas en Latinoamérica.
Economista de 44 años, Peña obtuvo una victoria indiscutida, con un 42,74% de los votos, dejando una vez más en evidencia las encuestas, que vaticinaban un resultado ajustado entre el candidato colorado y el opositor Efraín Alegre, del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), que finalmente solo logró un 27,48% de los sufragios.
De la misma manera, la Asociación Nacional Republicana (ANR) –nombre que también recibe el PC– arrasó en el parlamento bicameral, por lo que Peña gobernará a su antojo. En la Cámara de Diputados, los colorados consiguieron 48 de 80 escaños, mientras que en el Senado lograron 23 de 43 senadores. La ANR incrementó en cinco escaños su mayoría en cada una de las cámaras.
Paraguay no solo ha resultado ser la excepción en cuanto al crecimiento de las fuerzas progresistas en el continente, sino que, además, la izquierda ha quedado relegada a una representación simbólica. En el Parlamento, solo habrá una diputada y una senadora izquierdistas. Una muestra de la debacle progresista es que ni siquiera el expresidente y exobispo Fernando Lugo (20082012) pudo revalidar su escaño de senador.
La principal fuerza de izquierdas, el Frente Guasu, liderado por Lugo, no presentó candidato propio y apoyó mayoritariamente a Alegre. A pesar de ser un partido liberal, el PLRA es percibido por los paraguayos como centrista, en contraposición al populismo conservador del PC.
En lo que no ha sido excepción Paraguay es en el auge global de la extrema derecha. El violento exsenador ultraderechista Payo Cubas logró casi un 23% de los votos. Cubas quedó tercero pero estuvo cerca de desbancar a Alegre en la segunda posición.
La victoria electoral de Santiago Peña matiza la tendencia progresista en Latinoamérica