El ahorro de los hogares bajará al 6% este año, por debajo del nivel precovid
Inflación y desaceleración provocarán que la tasa sea inferior a la media 2015-2019
Lejos quedan los años de la pandemia, cuando el ahorro de los hogares se disparó hasta cerca del 18% de su renta disponible. Tras la fuerte corrección del año pasado, este 2023 Caixabank Research espera que siga cayendo y se sitúe algo por encima del 6% (7,2% el año anterior). Será un nivel inferior a la media del periodo 2015-2019, cuando se situó en el 6,7%. En un informe, el servicio de estudios detalla que latas a descender á fundamental m en ten por la inflación y la desaceleración económica, lo que provocará que el consumo crezca más que la renta.
“El empleo, que es el principal determinante del consumo privado, va bien, pero la inflación se come poder adquisitivo”, reflexiona Joan Ramon Rovira, director del servicio de estudios de la Cambra de Comerç de Barcelona. “Si el empleo crece, la gente tiende a consumir en proporción igual o mayor que su renta disponible, reduciendo el
El consumo aumentará en mayor proporción que la renta disponible de las familias
ahorro si hace falta para compensar el mordisco de la inflación”, añade.
Caixabank detalla que la renta bruta disponible crecerá algo más que en el 2022, pero por debajo del incremento del consumo. Por lo tanto, se ahorrará menos.
Con la reducción del ahorro, la tasa se situará en niveles del 2018. El año pasado “la tasa de ahorro bajó a cotas muy similares a la prepandemia, tras dos años en niveles muy superiores a lo normal debido a las restricciones pandémicas”. El 7,2% del 2022 equivale a unos 58.500 millones de euros de ahorro.
Javier García-arenas, economista de Caixabank Research y coautor del estudio, recuerda que durante la pandemia creció mucho la tasa de ahorro porque con las restricciones se limitaba el consumo. El catedrático de la UAB Josep Oliver añade que también hubo el “efecto precaución”. Se da cuando los consumidores detraen consumo por el miedo a cuál será la situación financiera de las familias en el futuro. “Los trabajos del Banco Central Europeo (BCE) detallan que la precaución a la hora de consumir fue más severa en la covid que la que se dio durante la crisis financiera del 2008 porque no se sabía cómo evolucionaría la pandemia”.
García-arenas insiste en que “durante la pandemia hubo mecanismos y políticas económicas proteccionistas y, por eso, la caída de la renta disponible fue tan pequeña”. Además, Oliver recuerda que cuando se habla de renta disponible de los hogares se trata de la cantidad agregada de sus miembros. Por lo tanto, “aunque de manera individual el crecimiento de la renta sea menor a la inflación, al incorporarse más personas al mercado de trabajo la renta de los hogares crece”, añade.
¿Y dónde colocan los hogares ese ahorro acumulado? Caixabank Research detalla que dominan el ranking las participaciones en capital y fondos de inversión, cuyo peso se estabilizó en el 44,7% del total el año pasado. Por detrás se sitúan los depósitos bancarios, que ganan protagonismo y aumentan su peso hasta el 37,4%, dos puntos más que el año anterior y el mayor porcentaje desde 2013. Aunque poco, algunas entidades comenzaron el año pasado a remunerar el pasivo. Por el contrario, seguros y fondos de pensiones redujeron su peso hasta mínimos desde 1998 (12,2% del total, dos puntos menos que en 2021).
Otra manera de analizar el ahorro es comprobar la evolución de la riqueza financiera de las familias. El informe de Caixabank Research constata que ha aumentado en 281.300 millones respecto al 2019, en buena medida impulsada una vez más por “el elevado ahorro acumulado por las familias durante” la
covid. El informe matiza que, aunque “parece una cifra elevada, hay que tener en cuenta que nos encontramos en un contexto inflacionista en el que el aumento de los precios ha erosionado el valor de los activos en términos reales”. La inflación entre finales del 2019 y el 2022 ha sido del 12,0%, mientras que la revalorización de los activos financieros es inferior, del 11,5%.
En el otro lado, el servicio de estudios de Caixabank constata que “las familias continuaron desapalancándose en el 2022. Al cierre del año, la deuda de los hogares se situó en el 53,0% del PIB frente al 58,4% anterior”. La rebaja se debe fundamentalmente a “un efecto denominador”, ya que el PIB creció de manera espectacular en el 2022. En el conjunto del año pasado, las familias contrataron préstamos bancarios por importe de 2.822 millones, un flujo muy inferior al de 2021 (6.807 millones).