El consenso político sobre las medidas antisequía flaquea por las inversiones
PSC y Junts presionan a ERC para que el Govern amplíe sus compromisos
El pesimismo se ha instalado en el Parlament en torno a la unidad política sobre las medidas contra la sequía. El consenso que persiguen los tres grandes partidos – PSC, ERC y Junts– podría volver a fracasar. El motivo ya no es el régimen sancionador sobre los ayuntamientos, planteado por el Govern en su decreto, sino las inversiones en infraestructuras para mejorar la red de aprovechamiento y abastecimiento de agua.
La proposición de ley de Junts con las medidas urgentes para luchar contra la falta de agua que se debate y vota hoy en la Cámara catalana podría salir adelante sin, de nuevo, un acuerdo global, de los tres partidos, como consecuencia de sus diferencias sobre las inversiones.
El hecho es que, en las últimas horas, el debate se ha centrado en esta carpeta. Los tres partidos han presentado enmiendas a la norma posconvergente detallando cuáles deberían ser, a su juicio, las infraestructuras que debería acometer el Ejecutivo catalán a corto o medio plazo. Aunque hay coincidencias entre las tres propuestas, al primer vistazo se observan diferencias en el número de infraestructuras planteadas, los recursos económicos que destinar y los plazos para ejecutarlas, siendo los socialistas los más exigentes y los republicanos los más laxos. Junts también fijando el plan de inversiones y las ayudas económicas como “línea roja”.
De permanecer la distancia en este asunto, hoy el Parlament solo podrá celebrar un acuerdo entre los tres grupos en torno al régimen sancionador. Los tres grupos están de acuerdo en orillar las posibles multas siempre que los municipios muestren una voluntad expresa de afrontar los problemas en la red local, de presentar sus respectivos planes antisequía y no violar las restricciones. Pero en el mejor de los casos, solo habrá un acuerdo parcial –sin ERC– sobre las inversiones.
En general, los tres coinciden en la necesidad de acometer infraestructuras como la ampliación de la desalinizadora de la Tordera o de la potabilizadora del Besòs, pero el PSC es más estricto en los plazos. También coinciden en el proyecto de la desalinizadora del Foix, en el desdoblamiento de la arteria para la regeneración del agua del Besòs, en adaptar y optimizar las plantas potabilizadoras de los ríos Llobregat y Ter, pero ERC no ve prioritario comprometer inversiones para los Pozos de las Estrellas (Sant Feliu de Llobregat), para la potabilizadora de Sant Joan Despí, ni garantizar el tratamiento de aguas subterráneas, así como otras medidas que el PSC defiende en solitario, como el traspaso de aguas residuales de la cuenca del Besòs al Llobregat, o ampliar la regeneradora de El Prat. Así, los socialistas ven “muy complicado” un acuerdo en este ámbito. Alegan que sus medidas forman parte de los proyectos estratégicos (Perte) para el ciclo del agua que aprobó el Govern y que aportarían 10.000 litros por segundo de caudal adicional en el ciclo del agua de Catalunya (860 millones de litros al día).
Además, en el PSC denuncian que los republicanos ni siquiera cuentan con inversiones ya pactadas en el acuerdo de presupuestos de este año y que de sus enmiendas “se destila” que las infraestructuras irían a cuenta de los presupuestos del 2024.
Pese al pesimismo socialista y la prudencia de Junts, que perseguía “una foto potente” a tres que reflejara lo que no pudo conseguir el president Pere Aragonès en la fracasada cumbre del agua de hace un mes, en el Govern aseguraban ayer que las inversiones “no deben ser un problema” y que “la cosa no va mal ni está encallada”, hasta el punto de que “puede acabar bien”.