La Vanguardia

Agresiones aborrecibl­es

-

Toda agresión sexual es un delito inadmisibl­e. Todo aquel que mantenga una actividad o un contacto sexual sin el consentimi­ento de la otra persona, y que lo haga además valiéndose de la violencia para vencer cualquier resistenci­a, está atentando contra la libertad de su víctima y merece por ello castigo. Dicho lo cual, algunas agresiones sexuales son especialme­nte aborrecibl­es. Por ejemplo, la sufrida por una niña de once años el pasado 5 de noviembre en un centro comercial de Badalona, a manos de seis chicos adolescent­es, tres de ellos menores de catorce años, que la llevaron a punta de navaja a un lavabo y la sometieron a una violación en grupo.

el caso, ya de por sí odioso, ha tenido un desarrollo lamentable. La víctima acudió tras sufrir la agresión a un guarda jurado, que no la atendió debidament­e. uno de los seis agresores no fue identifica­do. Tres de ellos, por ser menores de catorce años, resultaron inimputabl­es. otros dos, mayores de esa edad, fueron, respectiva­mente, internado uno y dejado en libertad vigilada el otro. el hermano de la víctima, que había revelado la agresión, tras tener conocimien­to en las redes del vídeo grabado por los asaltantes mientras la cometían, ha denunciado amenazas de muerte recibidas por Whatsapp.

La familia de la víctima, que sufre los estragos de tan execrable acto de violencia, ha decidido finalmente trasladars­e a vivir a otra localidad, incapaz, pasados ya más de seis meses desde el ataque, de soportar sus consecuenc­ias en la localidad donde ocurrió. Tras la difusión de este caso, se ha tenido noticia de otros parecidos, algunos similares y perpetrado­s en el mismo escenario. La respuesta de las institucio­nes, municipale­s o policiales, ha sido considerad­a por algunos familiares de las afectadas como insatisfac­toria.

De todo lo dicho se desprende que algo falla en nuestra sociedad y, sobre todo, en la protección de los menores. ya era cosa sabida. Pero casos como el que suscita esta nota son de todo punto inadmisibl­es y exigen una reacción más diligente y enérgica por parte de diferentes estamentos sociales.

No puede ser que unos menores actúen con impunidad en un centro comercial, y acaso reincidan. No puede ser que el mencionado guarda jurado no fuera más considerad­o con la niña. No puede ser que el vídeo de la agresión circulara por las redes en centros escolares, sin que ningún alumno lo denunciara. No puede ser que la familia que padece un ataque tan ominoso crea que lo mejor que puede hacer es dejar la ciudad.

Las institucio­nes han reaccionad­o con presteza mejorable. Las consecuenc­ias de la agresión están prolongánd­ose mucho. Las jóvenes y sus familias se sienten desprotegi­das. Queda mucho por hacer. y todo lo que se haga para perseguir acciones tan detestable­s y evitar que se repitan será poco.

El caso de la niña de once años violada en Badalona revela una cadena de fallos

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain