Tiempos, reglas y pactos
El escenario electoral en Barcelona es claro: cuatro favoritos con opciones de ganar las elecciones, donde ninguno de ellos gobernará sin el apoyo de alguno –o varios– de los otros tres principales rivales. Por ese motivo, mucho han de cambiar las cosas para que la misma noche electoral quede claro quién será el próximo alcalde o alcaldesa de la ciudad. A partir de ahí, tres premisas clave que tener en consideración.
La primera, los tiempos. El art. 195 de la ley orgánica del Régimen Electoral General (Loreg) estipula que los aspirantes a alcalde tendrán 20 días después de las elecciones, o 40 en el supuesto de presentarse un recurso contenciosoelectoral, para contar con la mayoría necesaria para ser investido. Eso nos lleva al sábado 17 de junio –o el viernes 7 de julio en caso de conflicto en la proclamación de resultados–, para saber quién tendrá las riendas del gobierno de la ciudad.
La segunda, las reglas. Para ser investido alcalde, la propia Loreg estipula que podrán presentarse a la investidura los cabezas de lista de los partidos que hayan obtenido representación y resultará elegido quien obtenga el apoyo de una mayoría absoluta –es decir, al menos 21 votos a favor– antes de la fecha expuesta en el párrafo anterior.
A partir del 28-M, no habrá alternativa posible a pactar para gobernar
¿Cuál es el detalle que no se debe obviar? Si a 17 de junio ningún candidato cuenta con una mayoría de 21 sobre 41, no se tendrá en cuenta la mayoría simple, sino que será proclamado alcalde el candidato del partido más votado el 28 de mayo. Es decir, “quien gane las elecciones”.
La tercera premisa son los pactos. Es evidente que, a partir del 28 de mayo, no habrá alternativa posible a pactar para gobernar. Aunque sí existe una derivada que sugiero tener en cuenta: el análisis de los pactos potenciales en modo camaleón. Con un ojo puesto en Barcelona, y el otro, más allá de la ciudad. La presidencia de la Diputación de Barcelona, las elecciones generales antes de que acabe el año o la consolidación de nuevas mayorías en la Catalunya postprocés son aspectos que, a partir del día 29 de mayo, se van a ponderar con extrema precaución.