El Ayuntamiento reclama cerrar dos de las siete terminales pactadas en el 2018
El puerto considera vigente el acuerdo, que supone una inversión de 265 millones
Cinco años después de la firma del acuerdo con el que el puerto de Barcelona se comprometió a reducir de nueve a siete las terminales para cruceros, el Ayuntamiento reclama ahora una vuelta de tuerca y eliminar dos más, pasando de siete a cinco terminales. En la primera reunión para abordar la sostenibilidad de los cruceros y en la que ayer asistieron representantes de todas las administraciones, la concejal de Urbanismo, Janet Sanz (Bcomú), insistió en que hay que reducir el número de cruceristas que visitan la ciudad.
Fuentes portuarias afirman que anular concesiones supondría indemnizaciones millonarias. Sin embargo, Sanz propone que el puerto no construya la séptima terminal de cruceros que pactaron hace cinco años y cuyas obras no han comenzado. “No tendría penalización económica tras la suspensión de la licitación del concurso”, mantiene la concejal, que también propuso que el próximo año no se renueve la concesión de la terminal C, “que se otorga anualmente y que se podría dejar sin efecto”. Sanz ha dicho que “cada vez tenemos barcos más grandes y más llenos, podemos llegar a los cuatro millones de cruceristas, y esto es insostenible”.
Durante la reunión, el puerto expuso las acciones que se han llevado a cabo raíz de aquel acuerdo marco del 2018, que se ha traducido en el cierre de la terminal del Maremagnum y de la terminal norte del World Trade Center y que acabará de desplegarse en el 2027.
Este acuerdo suponía 265 millones de inversión pública y privada, lo que incluye la adecuación del muelle Adossat, la construcción de nuevas terminales, la eliminación de las antiguas o la aceleración de la electrificación del puerto, entre otras cosas, y facilita el incremento de operaciones de puerto base. Durante el año pasado, el puerto contabilizó un total de 2,3 millones de cruceristas. De estos, un millón hicieron escala en la ciudad y 650.000 embarcaron y desembarcaron en Barcelona. Según estos datos, el 56% de los buques tuvieron en la ciudad su puerto base, un porcentaje que según fuentes del puerto será del 58% este año, en el que se prevén 805 escalas.
En el encuentro de ayer, en el que también participaron representantes de la Generalitat, la Diputación, la Delegación del Gobierno, la Capitanía Marítima, la comunidad portuaria de cruceros y el comité de desarrollo de rutas aéreas, se acordaron los objetivos del Consejo para la Sostenibilidad de los Cruceros, que contará con un plenario que se reunirá dos o tres veces al año y se estructurará en comisiones de trabajo. El objetivo es mejorar la transparencia de la actividad de los cruceros, generar un espacio donde compartir y coordinar las iniciativas de las diferentes instituciones, reducir los impactos negativos de estos buques turísticos, incrementar su retorno económico y social y potenciar la vinculación de las empresas de cruceros con el tejido empresarial, formativo y laboral de Barcelona.
El Consejo para la Sostenibilidad de los Cruceros contará con un plenario y cuatro comisiones de trabajo