De Kaunas a Kaunas
El Barça fulmina al Zalgiris por la vía rápida y sella el pase a su 17.ª ‘final four’, la tercera consecutiva con Jasikevicius
El Barça de Jasikevicius no podía faltar a la final four de Kaunas, la ciudad natal del técnico lituano. Tan escrito estaba el destino que el equipo blaugrana selló ayer su clasificación precisamente en Kaunas, fulminando por la vía rápida al Zalgiris y evitando sufrimientos innecesarios. Será la tercera presencia consecutiva de los barcelonistas entre los cuatro mejores de Europa, todas ellas bajo el paraguas de Saras, y la 17.ª en total para el Barça.
No pudo escoger mejor escenario el equipo blaugrana para firmar tan bonita gesta. Se tiñó como siempre de un verde espectacular el Zalgirio Arena, quizás anticipando lo que puede ocurrir en ese mismo pabellón dentro de dos semanas en la final four, dibujando un ambiente inigualable que pareció no solo poner nervioso al Barça sino también al propio Zalgiris. No fue digna de un playoff de Euroliga la puesta en escena de ninguno de los dos contendientes, más presionados los lituanos, obligados a levantar un doble match ball.
La sucesión de errores y la toma de una mala decisión tras otra de ambos fue tremenda. Parecía el partido sacado de una película de terror. Perdía un balón tras otro el Barça, hasta ocho acumuló solo en el primer cuarto con acciones surrealistas como la de Jokubaitis botándose el balón en el pie, y le costaba demasiado mirar a canasta. De hecho apenas lanzó ocho tiros de campo en esos
Los azulgrana son un colectivo perfectamente engrasado en el tramo más decisivo del curso
diez minutos iniciales de pesadilla. No ofreció mucho mejor cara el Zalgiris, para el que el aro parecía tener el diámetro de un yogur de fresa.
Con un ídolo local en el banquillo visitante, el Barça iba acumulando puntos con una dificultad enorme, solo soportado por la muñeca de Vesely, pero la inoperancia lituana le sirvió en bandeja el 3-13 que subió un triple de Jokubaitis, otro ex del Zalgiris.
La irrupción de Dimsa mutó el duelo y, bajo su mando, el equipo verde firmó un parcial de 12-2 que equilibró las fuerzas. Ya por entonces los ataques del Barça eran un absoluto desastre. Vesely había extraviado la finura, Laprovittola se fue al descanso con un solo lanzamiento a canasta, errado por supuesto, y alguna pérdida de aquellas desesperante, y Mirotic no anotaba sus primeros puntos hasta el minuto 18 gracias a un buen triple. Una canasta que cortaba de raíz la reacción del Zalgiris, que había amenazado hasta el 24-19 con dos puntos de Birutis, demasiado cómodo. El 26-29 con el que concluyó la primera mitad explicaba a la perfección lo que había sucedido sobre el parquet, con dos equipos demasiado nerviosos y sin ningún tipo de acierto.
El paso por vestuarios no acabó de suturar la herida en el rebote ofensivo, que continuó dañando al Barça, pero sí arregló los problemas en la fluidez de juego de los blaugrana. Se movieron mucho mejor los hombres de Jasikevicius y a base de triples fueron abriendo hueco en el marcador. Los 32 puntos que anotaron en el tercer acto apenas fueron contestados por el Zalgiris. Satoransky fue el que inició las operaciones pero fue Tobey el que las perfeccionó con tres triples consecutivos hasta el 45-61 justo antes del último cuarto. Un triple sobre la bocina de Lekavicius propulsó un parcial de 10-0 para los lituanos que amagó con dar algún dolor de cabeza al Barça, pero la muñeca de Vesely regresó a su sitio, y unos buenos minutos de Jokubaitis apagaron la reacción y señalaron el camino de regreso a Kaunas.c