Verstappen, una pasada
Alonso se sube al podio por cuarta vez esta temporada, solo superado por los Red Bull
De las muchas hazañas que tiene a sus espaldas Max Verstappen, líder del Mundial de Fórmula 1, la vivida en la carrera de Miami debe estar en el podio de las más inverosímiles. Al neerlandés le dio igual partir desde la novena posición, montar el neumático duro de inicio o que su máximo rival, su compañero Sergio Checo Pérez, tuviese la pole. A un ritmo vertiginoso fue capaz de adelantar a cuanto rival le salió al paso para protagonizar una de las grandes remontadas de la historia. Y le sobraron nueve vueltas, cuando dio cuenta de un Pérez al que traicionaron los neumáticos duros tras una gran primera parte de la carrera. El líder del Mundial es más líder, y cuando en unos años eche la vista atrás, recordará Miami 2023 como una de las grandes exhibiciones de su carrera.
Tras los Red Bull, inalcanzables para el resto, vivió siempre Fernando Alonso, que logró su cuarto podio de la temporada gracias al fantástico ritmo de su Aston Martin y una gran gestión del neumático medio en la primera parte de la carrera. Esperó hasta la vuelta 25 para poner los duros, lo que fue clave para conseguir sacar ventaja a Carlos Sainz, con quien en ese momento competía por el podio. La carrera del ovetense fue relativamente tranquila. Solo tuvo que alargar la vida de las ruedas medias y cuando tuvo que bajarse al barro, para adelantar en pista a Sainz, lo hizo con mucha solvencia. En las últimas vueltas intentó acercase a él George Russell con un renacido Mercedes, pero Alonso tenía ritmo guardado para mantenerlo a raya. Por su parte, Carlos Sainz solo pudo ser quinto después de sufrir una sanción de cinco segundos por superar el límite de velocidad de 80 km/h en boxes.
Por si la tarea de Verstappen no fuese suficientemente compleja, en la salida Valtteri Bottas logró arrebatarle la posición. Uno más para adelantar, debió de pensar el neerlandés. Desde esa décima posición hasta la segunda necesitó solo quince de las 57 vueltas que duró el gran premio. En los dos primeros giros rebasó a Ocon y Bottas. En el cuarto, firmó el que posiblemente sea el adelantamiento más espectacular del año. De una tacada superó a Charles Leclerc (Ferrari) y a Kevin Magnussen (Haas). La siguiente parada fue George Russell, al que superó como si el Mercedes perteneciese a una competición menos.
En la vuelta nueve ya era quinto. Por delante, Sainz, Alonso y un Pérez que no era capaz de despegarse del asturiano. Pese a verse sumergido en todo este tráfico, el neerlandés solo perdía cinco segundos en ese momento con su compañero de equipo. Tres giros después ya acechaba a Carlos Sainz, al que superó en la vuelta 14. Alonso
El neerlandés recuperó nueve posiciones en quince vueltas y cocinó a fuego lento su adelantamiento a Pérez
tampoco fue un problema. Quince vueltas y un déficit de 3,7 segundos con Pérez. Ni en sus mejores sueños.
Comenzaba una nueva batalla, la de superar a su compañero. Vuelta rápida tras vuelta rápida, Verstappen se acercó con neumáticos duros, inexplicablemente durarían 46 vueltas. Ante esta superioridad, el mexicano entró en boxes para poner duros e intentar mejorar sus tiempos.
Pero algo no iba bien, nunca consiguió ir más rápido que el líder del Mundial, con ruedas mucho más desgastadas.
Alargó todo lo que pudo Verstappen su parada y solo salió un segundo por detrás de Pérez, al que fulminó en la vuelta siguiente, en la 56. Los problemas de graining (desgaste de las ruedas) del mexicano le impidieron competir de tú a tú en esta ocasión.
Por detrás, Alonso vivió una prueba que él mismo calificó después de solitaria. “El coche es increíble. La carrera ha sido bastante solitaria. Esperábamos unos contrincantes más fuertes, pero los Ferrari han ido peor de lo esperado”, aseguró el asturiano, que mira al futuro con mucho optimismo. “Al principio de temporada un podio era increíble, pero ahora queremos algo más. Aun así, los Red Bull son increíbles, son irrompibles. Quizás en Monaco o Barcelona tengamos una oportunidad”, deslizó. Los números del asturiano son fantásticos y solo le queda dar ese paso que le acerque a los, por ahora, dominadores de la categoría.
Tras el asturiano, aparecieron los Mercedes y los Ferrari. Los primeros mejoraron su rendimiento en carrera con respecto a la clasificación. Sobre todo Hamilton, que recuperó siete posiciones. También Russell rindió a gran nivel y fue capaz de sobrepasar a Carlos Sainz, que en algún momento soñó con el podio. El madrileño fue de más a menos. Cuando más cerca estaba de Alonso, llegó a intentar un undercat, cometió un error que le costó cinco segundos y a partir de ahí perdió ritmo. A su poca velocidad punta sumó demasiada degradación de neumáticos. Leclerc, por su parte, salvó un séptimo puesto que en muchos momentos estuvo en duda por el empuje del Alpine de Gasly.
Para el tridente de Italia, Mónaco y Barcelona, a finales de mayo, todos traeran mejoras. El objetivo para casi todos es reducir la ventaja con unos Red Bull que siguen a años luz del resto.c