Evenepoel y Roglic se libran por los pelos
Caída a 3,7 de meta
Casi 200 kilómetros tranquilos y los últimos cinco a toda velocidad. Casi cinco horas de tedio y diez minutos hiperventilando. Todos juntos desde la salida y de repente, nervios, codos y empujones para mantener la posición. Así de curioso y peligroso puede ser el ciclismo. El Giro no es el Tour, donde la tensión se palpa en el ambiente. Pero cuando se acerca la pancarta de meta en San Salvo y el pelotón huele la volata , el sprint, desaparecen los amigos.
“Salvar la primera semana”, pedía Evenepoel después de recibir la primera maglia rosa, tras la crono en Ortona. Dicho y hecho. En el primer día de etapa en línea la cosa se puso fea con una caída a 3,7 kilómetros de meta. Es decir, fuera del tramo de seguridad que te protege en tiempo de cualquier incidente. Evenepoel, el líder, y Roglic, el otro favorito, se libraron por los pelos de la caída, que partió en dos el pelotón. Por delante también pasaron Geraint Thomas y João Almeida.
Peor suerte corrieron otros aspirantes. Como Tao Geoghegan Hart, el ganador del Giro de 2020, Jay Vine, Buitrago o Healy, cuatro escaladores de los que se espera mucho en la tercera semana, pero que han empezado con el pie cruzado y perdieron 19 segundos más.
Fue en una recta. Unas vallas a la izquierda del pelotón aumentaron la peligrosidad. De repente, con los Alpecin preparando la llegada para Groves, hubo un bandazo hacia la derecha. Los Jumbo, que protegían a Roglic, se movieron al unísono. Y los que estaban a su lado se asustaron. La peor parte se la llevaron dos espectadores que estaban junto a unos setos captando el paso del pelotón, a los que se llevaron por delante los tres ciclistas caídos cuando se deslizaron por el asfalto.
La caída cortó a Pedersen (Trek) y a Cavendish (Astaná). Además Gaviria (Movistar), sin lanzador por la caída de Kanter, se precipitó. La victoria fue para el imponente Jonathan Milan (Bahréin), un pistard italiano que gana oros con Ganna en el velódromo en persecución, que es también del 2000, ocho meses más joven que Evenepoel aún. “No me lo puedo creer, es increíble. Estoy muy feliz. Es mi debut en el Giro, la segunda etapa, y la gano”, decía el grandullón, que el año pasado ya peleó con Vingegaard en el Tour de Croacia.c