Los Grifols ceden la gestión a un ejecutivo externo
El presidente Glanzmann será también consejero delegado
La familia Grifols se retira de la primera línea de gestión del laboratorio farmacéutico. El fabricante catalán de hemoderivados anunció ayer a la CNMV una reestructuración de su cúpula directiva que refuerza al directivo suizo Thomas Glanzmann, actual presidente ejecutivo, que sumará a su cargo el de consejero delegado. A la vez, Raimon Grifols Roura y Víctor Grifols Deu, miembros de la tercera y cuarta generación de la familia fundadora, dejarán de ostentar los cargos de consejeros delegados solidarios aunque seguirán como directivos y consejeros. Raimon Grifols pasará a ser director general corporativo, “centrándose en optimizar el valor de las filiales y asociaciones corporativas de Grifols, así como en liderar las principales iniciativas corporativas”, además de mantener su puesto en el consejo de administración, en el que ostenta la vicepresidencia.
Víctor Grifols Deu, por su parte, se convertirá en director de operaciones, y gestionará el funcionamiento diario de la empresa, a la vez que mantendrá su puesto como consejero.
Según explicó la empresa a la CNMV, los cambios pretenden “optimizar y acelerar el rendimiento empresarial y simplificar la gobernanza corporativa” y permitirán “garantizar el enfoque en la obtención de resultados”. Así, Glanzmann, que asume los poderes de consejero delegado con efecto inmediato, “será el responsable de las decisiones empresariales de Grifols, al tiempo que creará e implementará las estrategias de la compañía a corto y largo plazo con el equipo directivo”.
Grifols refuerza los poderes del ejecutivo en un momento en que la compañía está inmersa en un plan de reestructuración para recuperar su rentabilidad, erosionada durante la pandemia por el mayor coste en el que incurrió para compensar a los donantes de plasma. Así, en febrero anunció un plan de ajuste de costes para ahorrar 400 millones de euros, que incluía el despido de 2.300 trabajadores, un centenar de ellos en España.
La reorganización directiva se produce en un momento en que la acción de Grifols acumula una caída de cerca del 70% en bolsa por la preocupación de los inversores por el elevado endeudamiento que ha asumido la empresa (de 9.200 millones de euros), para financiar sus adquisiciones. La más reciente fue la de la alemana Biotest, por la que pagó 1.453 millones de euros el año pasado.
“Estoy seguro de que estos cambios nos posicionarán para nuestra próxima etapa de crecimiento” , señaló Glanzmann en un comunicado, “para cumplir con los compromisos con todos nuestros grupos de interés”.
Raimon y Víctor Grifols seguirán como directivos y miembros del consejo de administración