Las fuerzas rivales de Sudán acuerdan mantener a los civiles al margen
Tras casi una semana de conversaciones en el puerto saudí de Yeda, las facciones enfrentadas de Sudán se comprometieron la noche del jueves a proteger a los civiles y permitir el flujo de ayuda humanitaria en el país, pero fracasaron en el intento de alcanzar un alto el fuego, ya que las posiciones todavía están distanciadas, según observó un funcionario estadounidense. El acuerdo de principios fue alcanzado tras unas negociaciones indirectas iniciadas el sábado pasado en Arabia Saudí y mediadas por Riad y Washington, y tiene como principal objetivo facilitar el flujo de ayuda humanitaria y sanitaria para afrontar la situación trágica causada por los combates, que estallaron el 15 de abril, y evitar daños a las personas e instituciones civiles.
La declaración de Yeda no incluye un anuncio de una nueva tregua tras el fin, el jueves, de la pausa de siete días auspiciada por Sudán del Sur y que, como las anteriores, no ha sido respetada
Las Naciones Unidas ven posibilidades de éxito al compromiso entre el ejército y los paramilitares
por ninguno de los dos bandos. Los mediadores esperan, no obstante, que las partes alcancen un cese de las hostilidades de unos diez días en una próxima ronda del diálogo de Yeda.
“Las conversaciones y la declaración de compromiso con la protección de los civiles son un primer paso, y seguirán otros (...), lo más importante es que se cumpla con lo acordado”, señaló el ministro de Exteriores saudí, Faisal bin Farhan.
Las Naciones Unidas creen que el compromiso tiene posibilidades reales de éxito porque es el primero que ambas partes han aceptado firmar. Los anuncios anteriores de un cese el fuego fueron unilaterales, observó el representante de la ONU en Sudán, Volker Perthes.