Pizzerías Carlos acelera
La compañía factura 48,9 millones y emplea a 2.000 personas sumando el 70% de locales propios y el 30% de franquiciados
Pizzerías Carlos se está haciendo un hueco en el sector de las cadenas de restauración, controlado por grandes marcas como Telepizza, Pizzahut, Domino’s o Papa John’s.
La compañía cuenta con 84 restaurantes repartidos por toda España, una facturación de 48,9 millones y 2.000 empleados, sumando el 70% de la actividad de centros propios y el 30% de locales franquiciados.
El negocio arrancó el año 2009 fruto de la iniciativa de dos repartidores de Telepizza que iniciaron sus andaduras en el sector durante los años noventa. Dentro de la compañía escalaron posiciones hasta llegar a abrir varios restaurantes franquiciados en el Baix Llobregat. “Siempre tuvimos el gusanillo de emprender y en el 2009, en plena crisis, nos aventuramos a dar el paso”, recuerda Francesc Ros, que fundó el negocio junto a Carlos Herabastece nández, quien abandonó la empresa el año 2014 para dar entrada a Xavier Crespo, también antiguo empleado de Telepizza.
La compañía inauguró el primer local en el municipio madrileño de Alcobendas y con el tiempo fue abriendo restaurantes en Madrid, Andalucía, Catalunya y otras comunidades del país. “Queremos convertirnos en la pizzería de barrio de confianza. Nuestra oferta tiene una calidad parecida a la de nuestros competidores pero el producto tiene un sabor más tradicional, que recuerda a los años 80 y 90”, comenta Ros.
La compañía cuenta con un obrador en San Fernando de Henares y un centro logístico en Guadalajara, desde el cual se
a todos los establecimientos del país.
Otra clave del negocio es el reparto a domicilio, que supone el 80% de los ingresos. La compañía opera a través de su plataforma propia y de agregadores, aunque asegura que siempre lleva a cabo el reparto con mensajeros en plantilla.
De cara al futuro, Pizzerías Carlos quiere pisar el acelerador aumentando su presencia en Valencia y en el norte de España, además de reforzarse en las comunidades donde ya está presente. “Vamos a invertir 7 millones de euros en una veintena de aperturas a lo largo de este ejercicio con la previsión de ingresar más de 60 millones de euros y superar los 100 locales”, comenta Ros, quien añade que el ebitda (beneficio bruto) suele rondar el 15%.
La compañía ha iniciado este plan a raíz de la entrada en su accionariado del fondo DEA Capital Alternative Funds, el brazo de private equity del grupo italiano De Agostini. La compañía no revela la participación que tomó. Asegura que fue “significativa”.
Fundada en el 2009 por antiguos repartidores de Telepizza, la firma invertirá 7 millones en 20 aperturas este año