El acróstico de Shakira

Propone Shakira, tras facturar en la tormenta, seguir facturando en la calma con una canción amorosa dedicada a sus hijos Milan y Sasha. Acaba de publicar Acróstico, del griego ákros (extremo) y stikhos (línea, verso), dado que los nombres de los niños se forman con las iniciales de algunos “versos” de la letra. Son fórmulas de ingenio que explotan la magia del doble sentido de lectura, como los crucigramas, para escribir poemas de amor que pueden jugar tanto a la ocultación traviesa, como al subrayado obvio, en este caso una animación de estética Disney que muestra un nido con dos polluelos y la madre, mientras la letra aparece con las iniciales del acróstico coloreadas.

Toda la banda sonora de la separación de Shakira es un catálogo de mecanismos enigmísticos de tipo popular, que incluyen el enigma y la clave de resolución. Apuesta ya muy evidente en la pausa entre la segunda y la tercera sílabas del adverbio claramente, en la canción del Twingo y el Casio, en este caso con subtítulos.

Gracias a este acróstico maternal todos se enternecerán, pero si algún desalmado tiene la tentación de considerarlo un recurso infantil, debe saber que los historiadores de la lengua atribuyen al acróstico una función capital. Al explicar el origen del alfabeto fijan el principio de acrofonía, causa del nacimiento de signos gráficos combinables de un solo fonema.

Ningún ejemplo mejor que la letra A, descendiente de alfa y de aleph, que llega al hebreo procedente de la letra fenicia que designaba el nombre de un buey, representado en la escritura hierática egipcia por una cabeza de buey con dos cuernos, una especie de A invertida, y que acaba representando solo el sonido vocálico inicial. Shakira no da puntada sin hilo.

Advierto que esta columna también es un acróstico de opinión en prosa.c

Advierto que esta columna también es un acróstico de opinión en prosa