Unidos en la pradera
Poco o casi nada se habló ayer de EH Bildu y sus listas electorales en uno de los actos que reunía en la pradera de San Isidro a Yolanda Díaz con los candidatos de Más Madrid y Unidas Podemos e Izquierda Unida. Una imagen de unidad con la que se pretendía mostrar la tregua provisional entre los espacios de confluencia de la izquierda en la capital española, al menos hasta después del 28-M.
Los pactos del Gobierno de coalición con EH Bildu, como el que sacó adelante hace unas semanas la ley de Vivienda, acuerdo que los abertzales presentaron conjuntamente con los republicanos, no incomodan en el ala más izquierda del Ejecutivo. De ahí que ayer Yolanda Díaz se limitara a reclamar al PP respetar a las víctimas y no instrumentalizar su dolor. Se guardó mucho de posicionarse con las declaraciones lanzadas días antes por Pedro Sánchez en las que aseguraba que “no era decente” que la lista de Bildu incorporase a exmilitantes de ETA.
A la vicepresidenta le cuesta entrar en determinadas polémicas y se muestra esquiva cuando los debates se recrudecen. Prefiere mantener silencio, y ayer la visita a la pradera de San Isidro estaba destinada a firmar la paz en el espacio de confluencia. El protagonismo fue para los candidatos en una campaña en la que Podemos se juega su futuro en la Asamblea de Madrid. A todos dedicó sonrisas, fotos y tiempo sin que las dos candidaturas tuvieran contacto entre sí. A Díaz se la nota más suelta cuando comparte focos con la alcaldesa Ada Colau. El próximo sábado regresa de nuevo a Barcelona.