“Detesto ‘El rey Lear’, por eso lo reescribí”
Sexto Piso devuelve a las librerías ‘Heredarás la tierra’, la obra cumbre de Jane Smiley
Que una obra cumbre vuelva a las librerías siempre es una buena noticia. La tiranía de la novedad muchas veces ahoga, hasta el punto de que algunos clásicos quedan descatalogados. Es lo que le ocurrió a Jane Smiley (Los Angeles, 1949) y su Heredarás la tierra. Ni siquiera el estar dotado de un premio Pulitzer le salvó de caer en el limbo. La obra era suficientemente potente como para ser conocida, recordada y reivindicada por las nuevas generaciones, pero que datara de principios de los 90 no era un aliciente para muchas editoriales. Sí para Sexto Piso, que ha decidido recuperarla con una nueva traducción de Inga Pellisa e incorporarla a su catálogo, para alegría de los lectores y de la propia escritora, que está estos días de paso por Barcelona. “Es algo que tenemos que aceptar los autores. Muy pocos tienen la suerte de que sus obras sean eternas. Yo al menos me siento dichosa de que las mías vayan y vengan. En todo caso, me alegra estar de vuelta”, asegura a La Vanguardia mientras echa un vistazo al ejemplar en castellano desde una butaca del hotel Astoria.
Smiley confiesa que “nunca imaginé que el libro despertaría este interés. Hablaba de feminismo, sí, pero eso no estaba tan presente en los años noventa. O eso creía yo. Al final si solo te quedabas con la reseña, tenías ante ti un libro que trataba sobre agricultura y personas de campo. Pero, por alguna razón, llamó la atención a la gente. Y qué bien, porque entonces comprobaron que de lo que yo quería hablar era algo mucho más profundo”.
El proyecto de la autora californiana era mucho más ambicioso que escribir una novela corriente. En vista de que su casi metro noventa dificultaba el anhelado sueño de ser jinete profesional, decidió centrarse en la pluma. Era algo que había visto en casa desde niña, pues su madre era escritora, así que su amor por las letras le llegó de forma natural.
Su intención fue desde el mi
(*) Galeries adherides al Gremi de Galeries d’art de Catalunya. nuto cero recrear El rey Lear ,de Shakespeare, a finales de la década de los setenta. “Es una obra que detesto con todo mi ser. El personaje de Lear no calla en todo el rato y no deja hablar a sus hijas. Yo me propuse reescribirlo y brindarles la voz que merecían”. También les cambió el nombre y pasaron de ser Gonerilda, Regania y Cordelia a Ginny, Rose y Caroline, más propios de Iowa, donde transcurre la trama. Una tierra que conoce bien la autora, pues vivió durante dos décadas mientras ejercía como profesora.
En esta versión el monarca es un granjero, el temible e incestuoso Larry. “Cuando leí a Shakespeare en el instituto siempre pensé que la relación entre Lear y las hijas mayores no acababa de ser normal. Se respiraba un ambiente violento y no acababa de entender la razón. No ayudaba que ellas no hablaran. Mi curiosidad fue tal que me puse a investigar
“Releí ‘El rey Lear’ tras saber que algunos expertos sugerían una insinuación de incesto; todo cobró sentido”
y me encontré con que algunos académicos apuntaban que la obra sugería una insinuación de incesto. La releí y entonces todo cobró sentido”.
Escribir experiencias por las que uno no ha pasado “es todo un reto. Me he casado cuatro veces y sé algo sobre las familias. Creo en ellas y, aunque adoro a mi tribu, todas tienen un punto tóxico. Pero lo que ocurre con los Cook es de otro nivel. No sé, que juzguen los lectores y me digan. Yo creo que he hablado de más”.