Badi vuelve a despegar
La plataforma de alquiler de habitaciones entre particulares crece con la gestión inmobiliaria de alojamientos a corto plazo
Badi empieza a despegar un año después de su reestructuración. La plataforma catalana de alquiler de habitaciones entre particulares está creciendo con una nueva división de gestión inmobiliaria.
“Hemos logrado poner en el mercado un centenar de alquileres, el 80% son de habitaciones y el 20% de pisos pequeños en formato estudio”, comenta Carlos Pierre, consejero delegado y fundador del negocio junto a Álvaro Córdoba y Pablo Pérez-bonfils.
La estrategia de la compañía se basa en cerrar acuerdos con propietarios de edificios (fondos inmobiliarios, sociedades familiares, particulares) y subarrendar las viviendas o ejercer como agentes intermediarios. La oferta está diseñada para abordar el sector del lujo. “Nuestros clientes son profesionales extranjeros que se quedan a vivir en Barcelona por un plazo medio de cuatro meses”, asegura el fundador, quien prevé incorporar un centenar de alquires leres más en la capital catalana. A finales de mes, Badi también tiene previsto entrar en Madrid y más adelante en Valencia, Sevilla y Palma. El salto al extranjero se producirá el próximo año con el aterrizaje en Italia y Portugal. “Con los meses que llevamos operando, vemos que esta división crece a doble dígito y que es rentable”, asegura.
En cuanto al marketplace, Badi ha empezado a monetizar el servicio con el cobro de una cuota a los particulares que alquilan una habitación. Ahora, el servicio ya no es completamente gratuito: si los arrendadores desean conocer a las personas interesadas, deben pagar para conseguir su contacto. Pierre asegura que más del 70% lo hace y que Badi tiene 420.000 usuarios al mes (entre arrendadoe inquilinos). La actividad se concentra en España (70%) y el resto se reparte entre Roma, Londres, París y Milán.
Con esta apuesta, Pierre asegura que la startup alcanzará la rentabilidad en el cuarto trimestre y que es posible que tenga beneficio bruto positivo en el conjunto del año. Más allá de este pronóstico – y de que prevé incrementar la plantilla de 30 a 45 trabajadores– Pierre no da cifras de negocio. Según los últimos datos del Registro Mercantil, Badi facturó 372.000 euros y perdió 13 millones en el 2021.
A causa de la pandemia, el negocio sufrió un parón de la actividad y la anulación de una ronda de inversión. El cambio de escenario implicó un importante recorte de plantilla –la firma empleaba a 125 personas– y la reestructuración del accionariado. Los fondos cedieron la propiedad a los fundadores y solo mantuvieron el 20%. Además, la firma cerró una pequeña ronda con Barlon Capital que le permitió lanzar la nueva división. Ahora, Badi apoya su crecimiento con deuda bancaria y en 2024 prevé dar entrada a fondos inmobiliarios o de private equity.c
La empresa prevé alcanzar la rentabilidad a finales de año y fichar a 15 personas