Los ultras convierten en buen samaritano al que mató a un sintecho negro
El exmarine Daniel Penny, de 24 años, salió el viernes en libertad con fianza de 100.000 dólares. Está imputado por un cargo de homicidio tras estrangular a Jordan Neely, de 30 años, un sintecho con problemas de salud mental que mantenía una conducta errática en un vagón del metro de Nueva York.
Los abogados defensores abrieron una petición online y le llueven las donaciones. Ya han recaudado más de dos millones. Porque para la ultraderecha –juez, jurado y verdugo– Penny es un héroe, un buen samaritano que salvó a los ciudadanos de una metrópolis en decadencia, descrita como un infierno, que por lo que parece gusta mucho a los turistas.
No se olvide un dato crucial en un país donde el supremacismo se halla muy reforzado, puesto que el muerto es negro y el justiciero es blanco.
Tampoco se ha dejar de lado que el jefe de la Fiscalía de Manhattan, que ha realizado la imputación,
La extrema derecha dona más de dos millones para pagar la fianza del exmarine blanco Daniel Penny
se llama Alvin Bragg, el mismo que formuló la acusación contra el expresidente Trump por sus presuntos trapicheos al pagar por el silencio de una actriz porno. A Bragg lo ven como la encarnación del mal.
Este caso, además, ha unificado bandos opuestos dentro del sector más ultramontano de los republicanos. Marjorie Taylor Greene, congresista conspirativa y trumpista hasta la médula, calificó en Twitter de “héroe” a Penny. Y a su vez Ron Desantis, gobernador de Florida y enemigo de Trump por su posible candidatura a la Casa Blanca en el 2024, lanzó tuits animando a donar a la causa del “buen samaritano” y así “recuperar las calles para los ciudadanos respetuosos con la ley”.
¿Neely? Un estorbo menos.