Simplr destaca el potencial de la economía circular para reducir el nocivo ‘e-waste’
Según el Global E-waste Monitor 2022, de la ONU, se espera que la generación de residuos electrónicos aumente a 74,7 Mt en 2030 y se dispare hasta los 110 Mt en 2050
Concienciar a la sociedad acerca de la importancia de realizar una correcta gestión de residuos, para contribuir al cuidado del medio ambiente y la preservación de los ecosistemas es el objetivo del Día internacional del reciclaje, que se celebra hoy. sin duda, en este ámbito uno de los grandes enemigos a combatir es la acumulación de chatarra tecnológicao e-waste, que hace peligrar la continuidad de muchos entornos naturales.
Tanto en el ámbito individual como, especialmente, en el empresarial, el incremento de la cantidad de e-waste se ha convertido en una preocupación de alcance mundial. en la actualidad, según datos arrojados por el informe Global e-waste Monitor 2022, elaborado por Naciones Unidas, el porcentaje de
e-waste que se recicla de forma adecuada es preocupantemente bajo. en concreto, solo el 17,4% de los desechos electrónicos generados en el último año se recogió y recicló adecuadamente, lo que se traduce en que más de 44 millones de toneladas métricas de desechos electrónicos se depositaron en vertederos, se quemaron o se comercializaron y trataron ilegalmente.
esta situación pone en evidencia la necesidad cada vez mayor de promover modelos de consumo que impulsen la economía circular, como es el caso del consumo por suscripción. este nuevo paradigma tiene como objetivo lograr un modelo de producción y consumo más sostenible, que evite el modelo de usar y tirar y evolucione a uno que promueva la reutilización constante de los productos, también en el caso de la tecnología.
en este punto, simplr, compañía que promueve la economía circular y el ods 12, de consumo sostenible, pone a disposición del consumidor todos los productos y servicios necesarios para la vida diaria a través de suscripción de fácil activación y desactivación, a través de una única plataforma: vehículos, dispositivos tecnológicos, servicios para el hogar, como los suministros, y muchos otros.
en palabras de Ángel Bou, ceo & co-founder de simplr: “Gracias a este modelo, los ciudadanos y las empresas tienen la posibilidad de formar parte del cambio, que ya se gesta a escala europea, usando únicamente los productos y servicios que necesitan, en el momento requerido y durante un tiempo concreto, estimado por el propio usuario”. De esta manera, explica, “el uso de productos se ajusta a las necesidades habituales, tanto de empresas como de individuos, y una vez que estas finalizan, permite devolver los productos elegidos para que otras personas puedan usarlos, elevando al máximo su ciclo de vida y contribuyendo a reducir el e-waste”.
Dispositivos tecnológicos
En el caso de los dispositivos tecnológicos disponibles en la plataforma, se pueden encontrar ordenadores y tablets, así como móviles, monitores o televisores. estos productos suelen conllevar un elevado desembolso inicial, por lo que el modelo de suscripción permite acceder a ellos con una pequeña cuota mensual, haciendo que sean más accesibles. además, contribuyen a la economía circular, ya que alargan la vida útil de los mismos al darles una segunda vida tras su devolución.
Más allá del entorno individual, el cambio hacia este modelo de consumo es cada vez más necesario, también en el ámbito empresarial, ya que hasta ahora para las empresas no era necesario informar sobre la trazabilidad y el ciclo de vida de estos productos, pero es fundamental plantearse una cuestión: ¿qué pasa con los que las empresas usan en su día a día cuando la compañía decide cambiarlos? Muchas de ellas apuestan por la donación, pero la realidad es que más tarde muchos de esos dispositivos acaban en basureros del Tercer Mundo, con un impacto muy negativo para el planeta. aquí es donde la economía circular se convierte en pieza clave en la reutilización y el reciclaje del residuo tecnológico.
en palabras de Ángel Bou, ceo & co-founder de simplr: “Gracias a este modelo, los ciudadanos y las empresas tienen la posibilidad de formar parte del cambio, que ya se gesta a escala europea, usando únicamente los productos y servicios que necesitan, en el momento requerido y durante un tiempo concreto, estimado por el propio usuario. De esta manera, el uso de productos se ajusta a las necesidades habituales, tanto de empresas como de individuos, y, una vez que estas finalizan, permite devolver los productos elegidos para que otras personas puedan usarlos, elevando al máximo su ciclo de vida y contribuyendo a reducir el e-waste”.
El reciclaje de ordenadores, teléfonos y demás activos tecnológicos obsoletos representa un peligro para la sostenibilidad de las sociedades actuales