Vodafone revisa su estrategia y está abierta a vender su negocio en España
El grupo británico despedirá a 11.000 empleados en el Reino Unido, Alemania e Italia
Vodafone anunció ayer su intención de revisar la estrategia del negocio español, lo que puede incluir cambios estructurales sin descartar una venta. Todo dentro de un plan de 11.000 despidos, casi el 11% de la plantilla. “Tenemos que gestionar nuestro negocio de forma diferente. Estaremos más centrados que nunca en generar valor orgánicamente con un fuerte enfoque en la generación de flujos de caja apropiados a las circunstancias y, por supuesto también estaremos abiertos al cambio estructural”, reconoció la consejera delegada de la compañía británica, Margharita Della Valle, durante la conferencia con analistas para presentar los resultados del grupo.
La afirmación deja abierta la posibilidad de que el grupo británico ponga en venta su negocio en España, aunque la directiva aseguró reconocer que “no se pueden adelantar las medidas a tomar” y que “la solución para España no es rápida ni fácil”.
Las cuentas de Vodafone España llevan años sufriendo el impacto de la guerra de precios del sector en España, considerado uno de los mercados más competitivos del mundo. En España, el ejercicio 2022 (que la compañía británica finaliza en marzo del 2023) se cerró con una facturación de 3.907 millones de euros, lo que supone un deterioro del 6,5% respecto al año anterior. Aunque los resultados de su cuarto trimestre, apuntan un cambio de tendencia. Entre enero y marzo, la facturación fue de 875 millones esto es un descenso del 3,7%, mientras que en el trimestre anterior el deterioro de ingresos fue del 8,7%.
El resultado operativo (Ebitda) del año se situó en 947 millones de euros, un 1,1% menos.
Un deterioro que ya provocó que el Grupo Vodafone decidiese que España dejara de funcionar como mercado independiente y pasara a formar parte del grupo. A ello, se sumó el cambio directivo el pasado mes de enero, cuando Mario Vaz, consejero delegado de Vodafone Portugal, asumió también el control de España tras la salida de su predecesor, Colman Deegan.
“España es obviamente un mercado muy difícil, mientras que en día nosotros, como Vodafone, somos realmente un competidor a pequeña escala en el mercado”, aseguró la directiva.
Ahora, Vodafone es la tercera operadora en España por detrás de Telefónica y Orange. Pero mientras estas dos últimas crecen en cuota de mercado, Vodafone continúa perdiendo clientes. En el 2022, perdió 36.000 de contrato móvil y 121.000 en banda ancha. Cuando se consume la fusión en
Los ingresos en España en el último año cayeron un 6,5%, hasta los 3.907 millones de euros
tre Orange y Másmóvil su tercer puesto peligra. Por un lado, porque estará muy lejos de Telefónica que será entonces segundo operador y, por otro, porque estará muy amenazada por Digi, un operador low cost que crece con fuerza con una estrategia de precios que no gusta en el grupo británico.
La necesidad de Vodafone de ajustar su negocio en España no es nueva. Durante meses, se especuhoy
ló con que fue esta operadora la que protagonizase la fusión con Másmóvil, pero las negociaciones fracasaron. Ahora, los directivos británicos consideran que España no es un mercado estratégico y la venta del negocio podría ser una de las salidas más fáciles, según apuntan fuentes del sector.
Pero España no es el único problema para la operadora británica. “Nuestro desempeño no ha sido suficientemente bueno.seremos una organización más ágil y sencilla, para aumentar nuestra agilidad comercial y liberar recursos”, explicó Della Valle.
Su intención es centrar los recursos de la compañía en una cartera de productos y geografías que tenga el tamaño adecuado para el crecimiento y la rentabilidad en el tiempo.
A nivel global, el Grupo Vodafone ingresó un 0,3% más en su año fiscal, acabado en marzo, hasta los 45.700 millones de euros. El beneficio creció hasta 12.335 millones de euros, más de cuatro veces superior que el año pasado, pero es un resultado afectado por la venta de Vantage Towers, firma de torres de telecomunicaciones.
La directiva avanzó que los resultados se estancarán este año mientras elimina empleos y simplifica su estructura corporativa y oferta. En particular, la empresa quiere dar un vuelco a su negocio en Alemania e Italia aunque no ha apuntado detalles por mercados.
Lo que sí ha confirmado la directiva es la intención de abordar un proceso de reestructuración de costes que pasará por el despido de 11.000 empleados tanto de los servicios centrales de Vodafone en el Reino Unido como de las filiales de Alemania e Italia.
Como nota positiva, la deuda neta al cierre del ejercicio se había reducido hasta 33.375 millones de euros, frente a los 41.578 millones del año precedente. Las acciones de Vodafone, cayeron ayer un 7,44% en la bolsa de Londres.
La próxima fusión de Orange y Masmóvil lamina aún más la cuota de mercado del grupo británico