La Unión Europea pisa el freno verde, el PP español sigue en la curva Bildu
Díaz Ayuso exige la ilegalización; Núñez Feijóo pide “cambiar de conversación”
La Comisión Europea está empezando a pisar el freno de la transición ecológica. La Vanguardia informaba ayer de ello en portada y la corresponsal en Bruselas, Beatriz Navarro, explicaba que la agenda verde está en la cuerda floja por múltiples causas que remiten al coste de la energía y las tensiones internacionales. Europa habla de la guerra de Ucrania. España habla de ETA.
Hay protestas campesinas en diversos países, la última de ellas en Polonia (por la importación de grano ucraniano), un movimiento político de base agraria está poniendo en jaque a la derecha liberal holandesa, el Partido Popular Europeo está nervioso, y el presidente francés, Emmanuel Macron, preocupado por la consolidación del Frente Nacional como alternativa, pide una pausa regulatoria. “No hay que cambiar más reglas, de lo contrario vamos a perder a mucha gente por el camino”, ha dicho. Ursula von der Leyen ha recogido el guante: “Deberíamos prestar más atención a la capacidad de absorción de los cambios”.
Bruselas está empezando a pisar el freno verde, y este podría ser hoy el gran tema en España. Pero la política española que se fabrica en Madrid, es decir, la política dominante, se ha subido al autobús de ETA, lleva una semana ahí dentro y una pasajera pulsó ayer el botón que mantiene cerradas las puertas.
El Partido Popular no logra salir de la curva Bildu con las ruedas bien alineadas después de haber conseguido romper la campaña tranquila que planteaba el PSOE, con una sucesión de anuncios diarios referidos a la vida cotidiana de la gente, gracias al grave error de EH Bildu al incluir en algunas de sus listas locales a antiguos militantes de ETA que han cumplido condena por delitos de sangre.
Isabel Díaz Ayuso, que persigue obsesivamente la mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid, para alzarse como contrapoder indiscutible de Pedro Sánchez –y, por lo tanto, de Alberto Núñez Feijóo–, pegó ayer un acelerón al reclamar la ilegalización de Bildu. “ETA está viva, está en el poder, vive de nuestro dinero, mina nuestras instituciones, quiere destruir España, privar a millones de españoles de sus derechos constitucionales y provocar una confrontación”, dijo. Aznar al 100%. El expresidente había dicho el día anterior que el PSOE sólo puede gobernar España con el apoyo de Bildu y los independentistas catalanes y que el próximo precio que pagar será la celebración de sendas consultas en Catalunya y el País Vasco. La misión histórica del Partido Popular, añadió, es impedirlo.
Ilegalización de Bildu. Ilegalización de partidos ante la dificultad objetiva de reformar la ley electoral, blindada en buena medida por la Constitución de 1978. Ese es el camino indicado ayer por la presidenta de Madrid y por sus principal asesor, Miguel Ángel Rodríguez, cuya biografía está muy unida a la de Aznar. Ilegalizar partidos. Hoy, en el País Vasco; mañana, en Catalunya. Ese camino no interesa en estos momentos a Núñez Feijóo, que teme una movilización general del electorado catalán, vasco y navarro, y de la izquierda en general. El actual presidente del PP quiere una Catalunya al baño María y abrir vías de pacto con el PNV. Amenazar a Bildu con la ilegalización es darle alas en Euskadi y Navarra en contra de los cautos intereses de Sabin Etxea. Anoche, en Barcelona, Feijóo pidió “cambiar de conversación”.
El aznarismo suele tener problemas con el termostato. Calentar la campaña con Bildu puede funcionar. Poner a hervir la caldera es otra cosa. La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, tuvo que contradecir a Ayuso: “La ley de partidos no permite ilegalizar a Bildu”. Consuelo Ordóñez, presidenta de Covite, la entidad que denunció la semana pasada la presencia de etarras condenados en las listas de Bildu, acusó a Díaz Ayuso de banalizar la cuestión y de “no respetar a los muertos y a sus familiares”. [Ordóñez es hermana de un dirigente vasco del PP asesinado por ETA]. Ayer mismo, la Fiscalía de la Audiencia Nacional archivó una denuncia contra las listas de Bildu por entender que no existe delito, puesto que los antiguos condenados de ETA han cumplido sus penas.
El termostato está fuera de control. Y llueve.
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