La Policía investiga el posible fraude del masivo voto por correo en Melilla
Una trama con alcance político habría pagado unos 100 euros por cada papeleta
La Policía Nacional tiene indicios de que detrás de la avalancha de solicitudes de voto por correo en Melilla se encuentra una trama –con alcance político– que habría pagado entre 50 y 200 euros por cada sobre con su papeleta correspondiente, según explican fuentes de la investigación a La Vanguardia. Ante la sospecha de fraude electoral, la Junta Electoral de Zona (JEZ) decidió ayer mover ficha y ordenó que se obligara a entregar el DNI a la hora de depositar el sufragio postal en las oficinas de Correos, algo que hasta ahora no se exigía.
Los datos hicieron encender todas las alarmas. Ayer, se habían registrado 11.002 solicitudes para votar por correo, un 19,94% del censo de la ciudad autónoma: el doble que en las elecciones del 2019. La media nacional ayer llegaba al 2,84%, En Ceuta, un poco más: el 3,30%.
La ley exige que el ciudadano presente el DNI cuando el cartero le entrega la documentación. Pero luego cualquier persona puede entregar el sobre –o varios de ellos– en Correos. Sin presentar el documento, 704 personas han ejecutado su voto para la Asamblea melillense. El resto de
solicitantes deberá mostrar su documento después de lo acordado por la JEZ en una decisión inédita. Según informó Efe, tras este anuncio desaparecieron las colas de votantes de las sucursales de Correos en la ciudad autónoma que se habían producido en los últimos días.
Fuentes policiales explican que ahora se teme que esos cientos de votos que han podido ser comprados puedan ser depositados en oficinas de la Península. Por ello, Interior ha ordenado reforzar el puerto y el aeropuerto con guardias civiles ante la sospecha de que integrantes de la trama que se investiga puedan desplazarse a Andalucía con los votos fraudulentos. Por ello, la Junta Electoral Central, reunida ayer, acordó exigir el DNI en todo el territorio español a cualquier persona que entregue su voto con destino a las mesas electorales de la ciudad autónoma.
No es la primera vez que la sombra del fraude por el voto por correo sobrevuela Melilla. De hecho, el presidente de Coalición por Melilla, Mustafa Aberchán, fue declarado culpable de la compra de votos. Está inhabilitado.
La causa que ahora instruye el juzgado número 2 de Melilla – declarada bajo secreto– tiene bajo lupa a más de una treintena de sospechosos. Los cabecillas, personas próximas a partidos con representación en la Asamblea, habrían pedido a pequeños delincuentes que buscasen familias vulnerables a las que ofrecerles, a cambio de sus votos, unos 100 euros, que podrían aumentar si el núcleo familiar fuese numeroso.c
Las solicitudes se han disparado hasta casi el 20%, mientras que la media nacional de voto por correo es del 3%