La Vanguardia

Ferrovial pone rumbo a los Países Bajos sin que ningún accionista se separe

La empresa supera el último obstáculo para activar la mudanza y su cotización en EE.UU.

- iñaki de las heras Madrid

El proyecto de fusión inversa para el traslado de la sede de Ferrovial de España a los Países Bajos ha superado con éxito la segunda de sus pruebas de fuego frente al accionaria­do, con lo que tiene ahora el camino despejado para quedar completado antes de que concluya el año.

Ferrovial informó ayer de que ningún accionista ha ejercido su derecho de separación, en el que la empresa se compromete a comprar los títulos a los inversores disconform­es con el proyecto. “No nos consta que ninguno lo haya ejercido”, indicó la compañía pocas horas después de que venciese el plazo para ejercer este derecho. Oficialmen­te, es necesario esperar cuatro días para que los bancos custodios corroboren la informació­n, pero el mensaje de Ferrovial es de éxito asegurado. Tampoco ha habido acreedores desafectos.

El plan de mudanza ya superó con una gran mayoría y una ovación su paso por la junta general de accionista­s a mediados de abril. Tan solo el 4,45% del accionaria­do votó en contra y de ese porcentaje la gran mayoría correspond­e al 4,15% en poder de Leopoldo del Pino, hermano del presidente, Rafael del Pino, y contrario a la operación.

Tras la junta, el segundo escollo se encontraba en el derecho de separación al que solo pueden recurrir los accionista­s que hubiesen votado en contra. Fede rrovial fijó un precio de compra de 26 euros y avisó de que si se viese obligada a dedicar más de 500 millones de euros a resarcir a los accionista­s disconform­es, equivalent­e al 2,56% del capital, renunciarí­a al cambio de sede.

No ha sido así porque Leopoldo del Pino, como estaba previsto, se ha negado a vender las acciones de la empresa fundada por su padre. La sorpresa ha sido que tampoco ha habido, a falta de confirmaci­ón oficial, ningún accionista que haya decidido separarse.

El precio actual de cotización de Ferrovial es de 29,48 euros, esto es, un 13% por encima de los 26 euros del derecho de separación. Esto significa que si un accionista hubiese ejercido el derecho de salida, habría obtenido menos dinero del que recibiría vendiendo las acciones en el mercado. Habría sido un mal negocio.

Reforzado por el accionaria­do, el proyecto de Rafael del Pino avanza sin desviarse un ápice del calendario previsto. En julio se hará efectiva la fusión y en el tercer trimestre del año comenzarán a cotizar las acciones de la matriz neerlandes­a en la bolsa Amsterdam a través de Euronext, además de en Madrid.

El último paso se dará a finales de año, con el estreno en la Bolsa de Nueva York, que es uno de los motivos esgrimidos por Ferrovial para mudarse a los Países Bajos. El acceso a la financiaci­ón, indica, es mayor en Estados Unidos, donde el grupo dispone además del mercado con mayor potencial de crecimient­o.

La única incógnita es ahora el tratamient­o tributario de la operación, que puede resultar gravoso para Ferrovial si Hacienda no reconoce el régimen de neutralida­d fiscal al que desea acogerse la compañía.

El secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, remitió poco antes de la junta una carta a la empresa en la que le avisaba de que el régimen de neutralida­d podría quedar sin efecto en caso de que “los motivos económicos no sean válidos”. Eso implicaría pagar un 25% por las plusvalías derivadas del mayor valor de los activos una vez sean tasados de nuevo. La empresa ha insistido en que su motivación no es fiscal y en la libertad de establecim­iento consagrada en la regulación europea.c

Leopoldo del Pino, que votó en contra de la operación, no ha ejercido el derecho de separación

La empresa sigue al milímetro el calendario con el objetivo de cotizar en Nueva York este año

 ?? Emilia Gutiérrez ?? Rafael del Pino, presidente de Ferrovial, en la junta de abril
Emilia Gutiérrez Rafael del Pino, presidente de Ferrovial, en la junta de abril

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