El conservador Mitsotakis, favorito para ganar las elecciones en Grecia
Las encuestas dicen que no logrará mayoría y necesitará una segunda votación
Dos visiones antagonistas, Kyriakos Mitsotakis y Alexis Tsipras, vuelven a competir este domingo por el poder en Grecia. Cerca de 10 millones de griegos están llamados a votar en unas elecciones que, salvo imprevistos, se esperan reñidas, tanto que lo más probable es que ningún partido, ni la conservadora Nueva Democracia de Mitsotakis ni la izquierdista Syriza de Tsipras, logre la mayoría absoluta para formar gobierno.
El primer ministro Mitsotakis, un liberal en lo económico con un puño de hierro en la migración, pide cuatro años más para terminar de convertir la “nueva Grecia”. Ha centrado toda su campaña electoral en el crecimiento económico que ha vivido el país durante su mandato, tratando de esquivar las dos grandes crisis que le han desgastado. La primera, un escándalo mayúsculo de escuchas ilegales en los teléfonos de políticos, periodistas y empresarios, incluyendo el líder del Pasok Nikos Androulakis, ya conocido por la prensa como el “Watergate griego”. La segunda, el malestar ciudadano provocado por el choque de trenes, en marzo, que dejó 57 víctimas, la mayoría universitarios, y que provocó enormes protestas en las calles contra el establishment por el pésimo estado de las infraestructuras ferroviarias griegas.
Sin embargo, el impacto por ambas crisis no parece afectar demasiado a una campaña que ha girado en torno a la alta inflación. Mitsotakis parte con ventaja en las encuestas y obtendría un 36% de los votos, menos que el casi 40% que obtuvo en el 2019. Le sigue la Syriza de Tsipras con un 29% de los votos. Más lejos quedarían los socialdemócratas de PASOK, con un 10%, y los comunistas (KKE), con un 6,9%.
El invitado en estas elecciones es la ley electoral con el sistema proporcional que se pone a prueba por primera vez. Si en el 2019 Mitsotakis pudo formar gobierno sin problemas gracias al bono de 50 diputados que se entregaba al ganador, esta vez este premio se ha eliminado porque, cuando Tsipras estaba en el poder, cambió en solitario el sistema electoral. El líder de Syriza calculaba que esta medida favorecería la creación de una coalición de izquierdas y además seguía la reivindicación histórica del progresismo de una ley electoral representativa, pero tampoco el ex primer ministro, que pide “terminar con la pesadilla” de estos cuatro años gobernados por la derecha, tendría fácil formar una coalición. Sus votantes más moderados no aprobarían un pacto con el partido MERA25, del conocido exministro Yanis Varufakis, ni los más izquierdistas verían bien una alianza con el Pasok, y todas estas formaciones han dejado claro que no apoyarían a Tsipras.
Así que lo más probable es que la cita de este domingo sea un calentamiento para una repetición electoral, probablemente en julio, en la que ya se aplicaría la ley electoral elaborada por Nueva Democracia en el 2020 que reintroduce la prima de hasta 50 escaños para el vencedor. La Constitución griega prevé que no puede entrar en vigor en la legislatura inmediatamente posterior a su aprobación, sino en las siguientes elecciones, con lo que ya sería válida en esta segunda vuelta.
“Todo el mundo piensa en Grecia que necesitaremos unas nuevas elecciones. Lo más importante parece ser la ventaja con la que quede ND sobre Syriza. Si el resultado es ajustado y la ventaja es de dos o tres puntos, todo podría ser posible en las nuevas elecciones y se podría interpretar como una derrota simbólica de Mitsotakis. En cambio, si la victoria es significativa, con más de cuatro o cinco puntos de diferencia sobre Tsipras, Mitsotakis partiría muy reforzado para julio”, señala a este diario Nikos Marantzidis, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Macedonia en Salónica.c
Un escándalo de escuchas ilegales y el choque de trenes que dejó 57 muertos han desgastado al premier