“Si no tenemos la fuerza para gobernar solos, lo importante es sumar con otros”
Francina Armengol (Inca, 1971) aspira a repetir mandato en Baleares tras las elecciones del próximo domingo. Nunca antes la izquierda había gobernado dos legislativas seguidas y ahora espera repetir la tercera con sus socios, Podemos y Més.
¿Ganar las elecciones o poder gobernar? Son cosas diferentes. Es mejor ganar y gobernar, y ese es mi objetivo. Me presento para que el PSOE sea la fuerza mayoritaria, pero si nosotros no tenemos la fuerza para gobernar solos, lo importante es sumar con otros. Hemos demostrado que sabemos gobernar juntos y que sabemos pactar en beneficio de la gente.
Usted está cómoda con Pedro Sánchez; otros barones socialistas, menos.
Me ha tocado gobernar con Rajoy y con Sánchez y hay una diferencia enorme. Compartimos ideas y objetivos y eso nos ha ayudado para conseguir cosas para Baleares que no se habían logrando antes.
¿No le chirría que algunos compañeros y barones del PSOE hablen casi por boca del PP, como en el caso de las listas de EH Bildu? Soy leal al PSOE y no siempre estoy de acuerdo en la toma de decisiones pero, cuando no estoy de acuerdo con algo, siempre lo he dicho en el ámbito interno. No es bueno hacer declaraciones que pueden beneficiar a mi territorio, pero que perjudican a otros. Si no estás de acuerdo, lo leal es plantearlo dentro del PSOE.
Hay cercanía con la Comunitat Valenciana, pero menos con Catalunya.
He tenido contacto con tres presidentes de la Generalitat, con el que menos con Quim Torra, pero hay que tener en cuenta que Catalunya decidió durante mucho tiempo estar en otras cosas y eso ha sido una desgracia. Compartimos historia, cultura y lengua, pero también intereses económicos de futuro. Con el president Pere Aragonès he tenido bastante relación, aunque sus tiempos electorales no han sido los mismos que los nuestros.
¿Cree que deben intensificarse las relaciones?
Con Aragonès tenemos una relación muy fluida. Es verdad que con el presidente Ximo Puig, del que soy amiga, llevamos ocho años gobernando con ejecutivos muy similares y con objetivos políticos parecidos. Catalunya tiene algunas complejidades que han dificultado un poco la relación, pero yo he presionado a todos los presidentes catalanes para que estén en el debate multilateral. Entiendo el discurso bilateral y lo ejerzo, pero cuando hay un debate entre 17, si Catalunya está, si la periferia está y vamos todos juntos, la balanza hacia quien decide, si el centralismo o la periferia, que al final es el debate de España, cambia porque Catalunya tiene un peso relevante.
A una semana de las elecciones, su campaña se ha centrado en reivindicar el resurgimiento económico de Baleares.
El 28 de mayo se decide un asunto esencial: avanzar o retroceder. Nosotros tenemos un pacto de futuro y un planteamiento a más años, y creo que la gente valorará la capacidad de gestión y de estar al lado de la gente cuando hay problemas. En un momento de pandemia, supimos aguantar un golpe durísimo en la economía, pero también en la sanidad, y salimos adelante.
El de la vivienda es un grave problema. Baleares ha aprobado medidas que no han funcionado. El problema de la vivienda no se arregla ni en cuatro ni en ocho años porque es un asunto de fondo que afecta a territorios que somos pujantes en economía y que, en el caso de Baleares, tiene además el añadido de que es un entorno maravilloso que atrae a mucha gente. También tenemos una enorme presión sobre el suelo y una herencia de una especulación inmobiliaria de años.
¿Qué se puede hacer?
Hemos hecho mucho, pero queda por avanzar. Por primera vez hay un Govern que ha hecho más vivienda protegida que en toda la historia democrática de estas islas. Hemos innovado en políticas que recoge la ley de vivienda y que ahora nos dará herramientas para la próxima legislatura.
¿Usted sí aplicará la ley?
En un Estado de derecho, las leyes se aplican. Nosotros la estábamos pidiendo y por fin ha llegado.
Su partido era reticente a esta ley que pedía Podemos.
Bien está lo que bien acaba. No voy a pelear por la titularidad de la norma, pero es obvio que la ministra es socialista. Ha habido una negociación con los socios y con otros partidos con presencia en el Congreso.
¿Tienen que llegar menos turistas a Baleares?
Baleares tiene que adaptarse al cambio climático y debemos pensar cómo crecemos, tanto en población fija como en flotante. Para seguir viviendo en una comunidad ligada al turismo, hay que adaptarse a las nuevas realidades del siglo XXI: debemos conseguir ese equilibrio entre residentes y turistas y que los visitantes tengan una buena experiencia. Para ello hay que evitar la saturación.
El PP les acusa de no actuar contra la saturación para tener excusas para el decrecimiento. Eso es surrealista y kafkiano. No podemos reducir el número de personas que llegan en transporte aéreo o marítimo, pero sí el número de plazas en las que pueden alojar. Eso es lo que hemos hecho, y además, de acuerdo con los empresarios. Quien está totalmente fuera de la realidad es el PP, que sigue con las recetas de hace muchos años. El pacto con los hoteleros ha funcionado en Baleares y hemos aprobado una moratoria que define que la cantidad no es lo importante, sino la calidad.
¿La apuesta es reducir plazas? Sí, y además estamos en ello. Estamos comprando hoteles de una y dos estrellas para eliminarlos del mercado y hacer vivienda de protección.
Usted ha acuñado la expresión la España que se llena en contraposición a la que se vacía.
Ese es uno de los problemas de ser una comunidad muy atractiva, desde el punto de vista económico y como lugar para vivir. Estamos trabajando con el Ministerio de Exteriores para que la UE apruebe un estatuto de islas pobladas, porque las islas del Mediterráneo somos territorios limitados y frágiles y vamos a padecer mucho más el cambio climático.
También tienen en común el turismo.
Sí, además el turismo es una actividad intensiva que pide mano de obra y que llega a vivir a las islas. Hay que tener una financiación extraordinaria para tener las infraestructuras adecuadas y hay que actuar urbanísticamente como toca. Hay que garantizar que la gente que vive aquí pueda hacerlo y eso es lo que estamos haciendo: hay que crecer en altura, no en horizontal, porque hay ayuntamientos que han apostado por adosados y chalets de lujo que compran extranjeros y no solucionan el problema de los de aquí.
¿Hay que impedir que los no residentes compren vivienda?
Esa es una labor que nos ha marcado el Parlamento balear. Lo estamos estudiando, pero son medidas a muy largo plazo. Lo hemos trasladado al Gobierno de España, que lo tiene que trasladar a su vez a la Unión Europea.
Hablaba de financiación. ¿No ha sido posible reformar el sistema actual?
Esta legislatura hemos conseguido que se apruebe el Régimen Especial y Fiscal para Baleares, porque era una negociación bilateral, más fácil que una negociación a 17. Ahora hay que ir a por lo otro, que es poner sobre la mesa cómo financiar la sanidad, la educación y los servicios sociales en los territorios más poblados.c
“Debemos mantener un equilibrio, y para ello hay que evitar la saturación”
“Compramos hoteles de una y dos estrellas para hacer pisos de protección oficial”