Teletrabajo al volante

Insertada en pleno centro de Madrid, existe una oficina fuera de lo común, propiedad de una famosa firma bancaria. Lo más curioso del caso es que, en ese inusitado espacio, hacer gestiones financieras relacionadas con la propia entidad es lo de menos. Una elegante barra, digna de una cafetería de lujo, ejerce como elemento principal del sitio. Las mesas suelen estar ocupadas por personas que no abandonan la compañía de sus ordenadores portátiles, teletrabajadores que aprovechan el local para desempeñar funciones laborales.

Si alguien ha sido capaz de transformar una oficina bancaria en un espacio de culto al teletrabajo, sería fantástico aprovechar tan disruptiva idea para darle también una vuelta de tuerca al sector de la automoción. Muchos de los coches que se venden hoy día vienen equipados con asistentes de voz, compañeros de viaje virtuales capaces de modificar múltiples elementos para adaptarlos a las inquietudes del conductor. Estos sistemas suelen acceder asimismo a la información de internet para responder las dudas, una virtud que los convierte en valiosas herramientas laborales en remoto.

Un automóvil pensado para teletrabajar tendría que disponer de un habitáculo adaptado. Dotado con una buena mesa para colocar ordenador y papeles, debería disponer también de una silla inspirada en las que se usan en una oficina convencional para evitar la fatiga de la espalda. Sería imprescindible contar con enchufes, y un hueco climatizado para albergar comida y bebida. Su propietario se ahorraría el alquiler de despacho, y deberíamos solicitar que pudiera desgravarse todo lo relacionado con el coche como gasto profesional.

Idea con futuro Sería fantástico que alguna marca pensara un coche a modo de oficina