El gasto sanitario real en Catalunya creció un 2,9% el año pasado
Sin la partida específica destinada a la covid, la factura se incrementa casi un 10%
El crecimiento del gasto sanitario realmente ejecutado en Catalunya el año pasado fue el menor desde el 2016. Aumentó en un 2,9%, hasta los 14.056,2 millones. Es una cifra de incremento inferior al 4,3% que estimó el anterior equipo del Departament d’economia que pilotaba Jaume Giró cuando presentó los presupuestos del 2022 en el otoño del 2021.
La ralentización en el crecimiento del gasto real (meritado) es como consecuencia de la menor afectación de la covid en el sistema. De hecho, si se analiza la evolución del gasto sanitario ordinario sin tener en cuenta el relacionado con la pandemia ninguno de los dos años, el crecimiento es muy superior: del 9,7% interanual entre el 2021 y el 2022.
Fuentes de la Conselleria d’economia que dirige Natàlia Mas explican que el crecimiento en el gasto sanitario no covid es consecuencia fundamentalmente de la recuperación del ritmo de las pruebas diagnósticas y de la actividad ordinaria una vez que el impacto de la pandemia ha ido bajando.
El área de Sanidad es la única de la Generalitat que dispone de gasto ilimitado. Por eso, en ese departamento nunca se cumple la previsión que contemplan los presupuestos. En las cuentas del 2022, por ejemplo, se esperaba gastar más de 11.000 millones y al final la factura superó los 14.000 millones. El crecimiento esperado también es muy diferente al real porque el año anterior fue igualmente superior. Los presupuestos de Giró estimaban un alza del gasto sanitario del 15% y del meritado del citado 4,3%. El gasto meritado es el que efectivamente se ha ejecutado. No el previsto. Por eso también es muy difícil hacer estimaciones.
Economia define el gasto meritado como el “real del ejercicio presupuestado como consecuencia de la actividad llevada a cabo con independencia del momento en el que se realiza”. De esta manera se pude valorar “el volumen de servicios que se está prestando en cada momento”.
La factura pagada el año pasado es la mayor de la serie histórica como se aprecia en el gráfico. Siempre suele ser así, que cada año sea récord. Solo durante la crisis financiera esta norma no se cumplió y varios años se gastó menos que el ejercicio precedente. Fueron los años de las retallades. Tal fue el impacto de la crisis en las cuentas públicas que la Generalitat tardó una década en recuperar el nivel de gasto sanitario previo a esos recortes. Los 14.056 millones del año pasado son más del doble de lo que se ejecutaba en el año 2003 y en el 2004.
Como consecuencia de la covid, el sector de la sanidad estuvo especialmente tensionado en los años 2020, 2021 y 2022. Esa situación extraordinaria comportó incrementos nunca vistos. El primer ejercicio el crecimiento fue de un 19,5%, en el 2021 de un 4%, y el 2022, del citado 2,9%. Los aumentos son muy diferentes si se tiene en cuenta solo el gasto sanitario ‘normal’ sin el específico por la covid. En ese caso, el gasto se incrementó en un 1,9% en el 2020, un 7,4% en el 2021 y un 9,7% el año pasado. Ese fuerte incremento del gasto (sin covid) del año pasado, no obstante, se queda por debajo del alza de los años previos a la burbuja (entre el 2006 y el 2008), cuando eran de más de un 10%.
El año pasado, la covid se llevó 848,1 millones, lo que significa que son 6 de cada 100 euros de los gastados el año pasado. Para el año en curso, los presupuestos contemplan un dotación en salud de 11.636 millones, lo que significa un 9,6% más. La partida es inferior a lo gastado el año pasado. Por eso se espera que el gasto real (meritado) un año más será superior al aprobado en los presupuestos. Durante la presentación de las cuentas públicas para este año, el equipo de Natàlia Mas declinó hacer una estimación del incremento del gasto meritado.c
El aumento global es el menor desde el año 2016 por la menor afectación de la pandemia