Milagro en días electorales
Tamara Franco es la primera mujer en España que se sometió a un trasplante de útero con fines reproductivos. Tres años después ha dado a luz a un niño. Todo un hito en la historia de la medicina y la investigación, ya que en todo el mundo tan solo se han llevado a cabo 50 trasplantes de este tipo y pronto –previa aprobación de un comité ético por el debate que suscita– podrá aplicarse a mujeres a quienes no les funciona el útero o lo han perdido por enfermedad, como el cáncer.
La medicina avanza a golpe de investigación y sobre todo de inversión. Los avances científicos no caen del cielo. Es necesario invertir recursos y España aún está a años luz con respecto a otros países de la UE.
En el 2021, en nuestro país se destinó el 1,4% del PIB –fondos públicos y privados–, muy lejos del compromiso europeo de llegar al 2%. Es cierto que se ha incrementado el esfuerzo y en poco tiempo España se ha situado en la tabla media, pero la inversión está por debajo del 3,1% de Alemania o el 2,2% de Francia.
A todos los partidos políticos se les llena la boca cuando hablan de investigación y desarrollo ¿Quién puede estar en contra de que una empresa catalana diseñe una vacuna contra la covid o que el Clínic lleve a cabo una operación pionera, al alcance de pocos centros hospitalarios? Ahora que estamos en días de promesas electorales, no estaría de más pensar en los grupos de investigación y médicos que trabajan para dar respuestas científicas y asistenciales que necesitan fondos y cobrar un sueldo digno.