La Vanguardia

La disputada lucha por los votos del agua

La polémica sobre la reducción del caudal del trasvase Tajo-segura condiciona la campaña valenciana

- Enrique ollan Alicante

La Vega Baja está hoy en alerta naranja. El Centro de Coordinaci­ón de Emergencia­s de la Generalita­t Valenciana advierte de la posibilida­d de que se produzcan lluvias torrencial­es como las que en septiembre del 2019 anegaron buena parte de la comarca alicantina y la región de Murcia, causando unas pérdidas superiores a los 1.300 millones de euros. Paradójica­mente, a cinco días de las elecciones municipale­s y autonómica­s, los partidos se ven obligados a suspender las actividade­s programada­s al aire libre en una campaña en que la falta de agua, y no su exceso, centra buena parte del debate.

A raíz de aquel desastre, la Generalita­t Valenciana que preside el socialista Ximo Puig diseñó, aprobó y comenzó a poner en marcha el llamado plan Vega Renhace, destinado por un lado a paliar las consecuenc­ias de la catástrofe y, por otro, a resolver en el medio y largo plazo el problema estructura­l que supone la mayor frecuencia de episodios de lluvias torrencial­es, combinado con un aumento de los periodos de sequía. El ahora candidato a obtener por tercera vez la presidenci­a del gobierno valenciano confiaba en que ese esfuerzo inversor tuviera un efecto positivo en la imagen del Botànic en un territorio que ha sido tradiciona­l caladero de votos para la derecha.

No está claro que el descontent­o por la gestión hídrica sea la principal causa de ese desapego; factores como la política lingüístic­a y la resistenci­a al valenciano contribuye­n tal vez más, pero es indudable que, en ese contexto, la aprobación del nuevo plan de cuenca del Tajo y la consiguien­te reducción del caudal a transferir hacia el Segura resulta un inoportuno inconvenie­nte para el PSPV.

Ante el poco margen para la negociació­n que le ha dejado la ministra Teresa Ribera, Puig se ha visto obligado a enfrentars­e al Gobierno socialista hasta el punto de impugnar el plan ante el Supremo. El PP, liderado por el alicantino Carlos Mazón, primer cabeza de lista por la provincia que tiene opciones de llegar a presidir el Consell, no pierde ocasión de atacar a Puig por su supuesta debilidad ante la medida ministeria­l. Y trata de llevar la iniciativa en el discurso y en los tribunales consciente de que en el río revuelto del antisanchi­smo acecha Vox, que ha aumentado sus posibilida­des al presentar candidatos casi

Puig confiaba en que su plan inversor para la Vega Baja tuviera un efecto positivo en la imagen del Botànic

El diario ‘The Times’ titulaba hace unos días “La guerra del agua amenaza con hundir a los socialista­s”

en la mitad de los municipios.

En esa línea, incluso el diario The Times titulaba hace unos días “La guerra del agua amenaza con hundir a los socialista­s”, una crónica firmada por su correspons­al en España, Isambard Wilkinson, que recogía el descontent­o del sector agrícola y alimentari­o en el sur valenciano y su posible efecto en el auge de la ultraderec­ha.

No hay que olvidar, sin embargo, que las comarcas del sur encierran otras particular­idades, que el PSOE gobierna en trece municipios de la Vega Baja y en Elx, la tercera ciudad de la comunidad, donde Carlos González, firme defensor del trasvase, aspira a su tercer mandato. Incluso Compromís, cuya alma ecologista le sitúa entre quienes, como el científico alicantino Fernando Maestre, consideran que el cambio climático obligará tarde o temprano a renunciar al trasvase y reducir el regadío, mantiene en el corto plazo su apoyo a los regantes. Su cabeza de lista por Alicante es Aitana Mas, crevillent­ina y vicepresid­enta del Consell, que se ha alineado sin reservas con Puig en su enfrentami­ento con el ministerio.c

 ?? José del Olmo / EFE ?? Transvase Tajo-segura a su paso por Cuenca
José del Olmo / EFE Transvase Tajo-segura a su paso por Cuenca

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