El Gobierno y Catalunya pactan fondos europeos para hacer frente a las sequías
Principio de acuerdo entre la vicepresidenta Ribera y la consellera Teresa Jordà
Se ha visto desmentido una vez más el tópico de que el agua causa
guerras. La realidad es que el agua es una gran fuente de pactos. La consellera d’acció Climàtica, Teresa Jordà, ha arrancado el compromiso de Teresa ribera, ministra para la Transición Ecológica, de que Catalunya obtenga fondos europeos, en este caso en forma de préstamos “muy ventajosos”, para poder efectuar nuevas inversiones en materia de obras hidráulicas para hacer frente a los déficits hídricos en las cuencas fluviales de esta comunidad.el principio de acuerdo fue alcanzado ayer en Madrid.
Los fondos de recuperación Next Generation se crearon para hacer frente a las consecuencias económicas y sociales de la pandemia, e incorporaban diversos instrumentos financieros, entre ellos préstamos reembolsables.
El Gobierno ya acordó hace tres semanas financiar en los próximos años la construcción de la nueva desalinizadora de Blanes, declarada obra de interés general, lo que supondrá una inversión estatal de 220 millones de euros. Esta infraestructura es considerada una de las obras clave para mejorar la garantía de suministro en la región de Barcelona y Girona.
La Generalitat hizo una valoración positiva de la decisión, pero ha seguido reclamando a la Administración que financie nuevas infraestructuras hidráulicas. La sequía en la región de Barcelona y Girona afecta a seis millones de personas, que sufren restricciones en todos los usos menos en los domésticos, los más esenciales.
La consellera pidió a la ministra “ayuda” para financiar la desalinizadora
del Foix (Cubelles) y esbozó el nuevo pacto. “Hemos coincidido que sería conveniente alcanzar un acuerdo en los próximos días para que los fondos que vienen de Europa en forma de préstamos puedan ser utilizados para incluir mas inversiones de ciclo del agua”, indicó. Estos préstamos tienen “unas condiciones muy buenas y nos irían muy bien para acelerar al máximo estas actuaciones”, recalcó.
A partir de ahora se va a abrir un periodo de trabajo conjunto entre la dirección general del Agua del Ministerio y la Agència Catalana de l’aigua para concretar este listado de obras que serían merecedoras de los préstamos comunitarios. Sin embargo, no hay un importe aún determinado.
Después de la desalinizadora de Blanes (220 millones) y la del Floix en Cubelles (116 millones de euros), las grandes obras pendientes son, entre otras, el incremento de la capacidad de producción y mejora de la calidad del tratamiento en la potabilizadora de Sant Joan Despí en el Llobregat (107 millones); mejoras en la potabilizadora del agua del Ter en Cardedeu (89 millones); la nueva planta potabilizadora de aguas superficiales en el Besòs (83 millones de euros), tal vez en Barcelona; una nueva potabilizadora para aguas subterráneas del Besòs en Sant Adrià; o mejoras en la reutilización de aguas regeneradas en El Prat o Sant Feliu (26 millones). Todas estas obras fueron aprobadas en el pacto del agua firmado entre el Govern y los partidos políticos.
En la reunión de ayer también se trató sobre el Perte de la digitalización del agua en Catalunya. La
Generalitat ha presentado proyectos que suman más de 120 millones de euros. Jordà asume que no todas las obras tendrían financiación estatal, pero defendió que son proyectos “bien estructurados y territorializados”.
La consellera Jordà volvió a reclamar la modernización del canal d’urgell; la ministra ribera respondió que este era un asunto del Ministerio de Agricultura, aunque se pronunció a favor de esta modernización y la optimización de estos recursos. La Generalitat está a la espera de la respuesta de Agricultura. La propuesta del Ejecutivo catalán es que el Estado asuma el 40%.
La consellera también ha pedido que el caudal que llevan los dos grandes canales laterales de riego del delta del Ebro tengan la consideración de caudal ecológico del río, como reclama la Plataforma de Defensa del Ebro, para proteger no solo el riego del arroz sino todo el Delta.
De esta manera, si la Confederación del Ebro impone recortes de agua (como ha hecho ahora), se vería obligada a respetar todo el ecosistema agrario y ecológico deltaico. “¡La ministra nos ha dicho que sí!”, dice Jordà.c
La consellera muestra un listado de obras prioritarias, entre ellas la desalinizadora del Foix en Cubelles
Las aguas de los canales del delta del Ebro serían catalogados como caudal ecológico para evitar sus recortes