El clima extremo dispara los estragos, pero bajan las víctimas al mejorar la alerta
Los fenómenos meteorológicos, climáticos e hidrológicos extremos causaron 11.778 desastres, se cobraron la vida de dos millones de personas y comportaron pérdidas por valor de 4,3 trillones de dólares americanos (unos 3,97 billones de euros) entre 1970 y 2021. Lo dicen los últimos datos de la organización Meteorológica Mundial (OMM).
y de esos dos millones de personas que han perdido la vida por esta causa en los últimos 50 años, el 90% vivían en países en desarrollo.
Un informe señala que mientras las pérdidas económicas por estos sucesos se han disparado, la mejora de las alertas tempranas y la gestión coordinada de desastres han reducido el número de víctimas mortales en el último medio siglo. Solo en los Estados Unidos se registraron pérdidas por valor de 1,7 billones de dólares, lo que representa el 39% de estas pérdidas económicas.
Más del 60% de las pérdidas económicas debidas a desastres de naturaleza meteorológica, climática e hidrológica se registraron en economías desarrolladas. No obstante, las pérdidas económicas representaron porcentajes poco relevantes del PIB.
En cambio, en los pequeños estados insulares en desarrollo, el 20% de los desastres tuvieron un impacto equivalente a más del 5% del PIB de los países afectados y algunos desastres causaron pérdidas económicas superiores al 100% de los respectivos PIB.
El número de muertes registradas en el 2020 y el 2021 (22.608 en total) pone en evidencia un nuevo descenso de la mortalidad en relación con la media anual del decenio anterior.
“Desgraciadamente, las comunidades más vulnerables se llevan la peor parte de los peligros meteorológicos, climáticos e hidrológicos”, declaró el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
“Afortunadamente, gracias a las alertas tempranas y a la gestión de desastres las altas tasas de mortalidad catastróficas han pasado a la historia. Las alertas tempranas salvan vidas”, añade Taalas.c