Meritorio medio siglo
Coral Càrmina + Franz Schubert Filharmonia Dirección: Daniel Mestre Lugar y fecha: Palau de la Música (21/V/2023)
Medio siglo de una experiencia coral muy significativa, la de la Coral Càrmina, creada en 1972 por Jordi Casas, un nombre fundamental en un país de tradición de canto comunitario. Una tradición que al fin parece abrir las puertas de lo local para aspirar a lo internacional: por efectos de una buena política en la gestión, se están abriendo las puertas de los grandes escenarios al Orfeó Català que asume obras de envergadura sinfónica.
Sin embargo hay asignaturas pendientes en nuestro mundo coral, salvo casos muy puntuales de pequeños y meritorios grupos vocales, como la de la ausencia de la gran polifonía o de la obra bachiana. Junto a ello se subraya la labor de buenos compositores que inciden en la coralidad; como una muy reciente obra de Humet, o de los más presentes, Vivancos y Magraner. Justamente el inicio de la celebración sinfónico-coral de la Càrmina fue dedicado a un encargo a Bernat Vivancos, Veni Creator Spiritus/ Càntic dels tres joves. Siempre es difícil dar una opinión en primera audición, aunque no parece estar a la altura de las buenas obras del compositor. Un contexto entre canto llano y deriva al Vaticano II, homofonía dominante, gestos realistas que poco encajan en el contexto y citas literales que tampoco. El acompañamiento orquestal poco relevante, por momentos propio del órgano.
La celebrada Coral Càrmina tiene valores suficientes para aspirar a repertorios comprometidos en su género, sin necesidad de la elocuencia del Lobgesang de Mendelssohn, sinfonía en la que por cierto mostró entidad y buenas secciones, aunque quizá con más tiempo de ensayo podía profundizar con más matices. Cierto es que todos los directores de corales aspiran al mundo sinfónico, pero su terreno tiene muchas connotaciones en las que cabe trabajar. La versión de esta obra importante de Mendelssohn, superada en el terreno sinfónico por las que le siguieron o por obras más pequeñas, fue buena, sin mucho relieve más que el que aporta la propia musicalidad de una orquesta joven y comprometida, de brillo en los momentos ceremoniales y buena presencia del cuarteto solista de maderas y de metales y con participación de entidad del tenor Roger Padullés.
Quizá una celebración de una coral que dispone de un buen director debía haber incidido más en su género y carácter, aunque enhorabuena y per molts anys!