De Cos avisa de que los tipos bajarán a partir del segundo trimestre del 2024
“Hemos dejado atrás el pico de la inflación”, dice el gobernador del Banco de España
Queda un año para que los tipos de interés empiecen a bajar en la eurozona. Así lo aseguró ayer el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en un acto del Cercle Financer, que preside Isidro Fainé, en el auditorio de la Fundación La Caixa, con la presencia del consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, y del presidente de la Societat Econòmica d’amics del País, Miquel Roca.
Estas proyecciones, que maneja el Banco Central Europeo (BCE), están sujetas a una elevada incertidumbre. Pero cuentan con dos elementos significativos. Uno, que el precio del dinero todavía está destinado a subir, hasta el 3,75% (en la actualidad el tipo de facilidad de depósito se encuentra en el 3,25%). Dos, que este nivel deberá mantenerse durante los siguientes trimestres antes de descender. Con lo que este movimiento a la baja solo se produciría en el segundo trimestre del 2024.
“Nos queda camino por recorrer. Los tipo de interés tendrán que permanecer en territorio restrictivo por un tiempo prolongado para alcanzar nuestro objetivo de manera sostenida en el tiempo”, explicó en su discurso Hernández de Cos. Así que la política restrictiva de los bancos centrales está destinada a seguir durante un tiempo. Malas noticias para quien tenga que renegociar su hipoteca.
No obstante, el gobernador introdujo algunos matices dignos de destacar. En cuanto a la inflación, dijo que “hemos dejado atrás el pico del episodio inflacionista”, que en la eurozona se alcanzó en noviembre del 2022. Las previsiones apuntan incluso a que en la segunda parte del 2025 se llegue al tan ansiade
“Los tipos de interés serán restrictivos durante un tiempo prolongado”
do objetivo de una inflación del 2%. Esta dinámica bajista se justifica, en su opinión, por la caída de los precios de la energía, la mejora de las cadenas de suministro y la moderación de la demanda, como consecuencia del endurecimiento de las condiciones financieras.
En efecto, el petróleo está por debajo de lo que cotizaba antes de la guerra de Ucrania, los precios de los fletes han vuelto a los
niveles prepandemia y hasta el índice de precios de los alimentos de la FAO ha emprendido una fase descendente hasta volver a finales del 2021. Y, sin embargo, la inflación subyacente
“continúa registrando presiones elevadas”, reconoció el gobernador. De Cos ofreció una explicación técnica: hoy estamos sufriendo el impacto del aumento de los costes energéticos en la producción de bienes
principios del año pasado, pero una relajación será posible a partir del verano, porque la cadena de transmisión de los costes a los precios puede tardar hasta un año. También hizo notar que las presiones salariales han seguido intensificándose (en Alemania, los convenios del sector público apuntan al 6%), lo que puede ser una de las razones, junto a los robustos márgenes empresariales, de por qué a la inflación le cuesta tanto bajar.
Por ejemplo, argumentó, la remuneración por asalariado y por hora en el cuarto trimestre del 2022 en la eurozona aumentó un 5% y un 4,3%, respectivamente. “Por lo que respecta a los márgenes, según la contabilidad nacional del primer trimestre, las empresas habrían continuado incrementándolos en algunos sectores”, reconoció.
El gobernador dio también un toque de atención a los distintos gobiernos, muchos de ellos empeñados estos días en generosas promesas de campaña electoral, para que contribuyan de forma eficaz a luchar contra el crecimiento desbocado de los precios.
“Las medidas de apoyo público deberían ser temporales y estar focalizadas en los agentes más vulnerables y adaptadas al mantenimiento de los incentivos para consumir menos energía. De lo contrario, corremos el riesgo de que se incrementen las presiones inflacionistas a medio plazo”, advirtió.n
El gobernador pide que las ayudas públicas no contribuyan a aumentar la inflación