La Vanguardia

Los expertos urgen a regular el azúcar que se añade a los alimentos

Piden a la Administra­ción que rebaje el nivel de dulzor, como se hizo con la sal

- Mayte Rius Xavieroca

Los padres perciben como aceptables algunos alimentos con una densidad nutriciona­l baja

Un estudio revela que los niños españoles doblan el consumo de azúcares añadidos que recomienda la OMS

Mesa-garcía: “Algo hacemos mal si cada vez sabemos más de nutrición y cada día hay más obesidad”

“Pedimos un esfuerzo legislativ­o para acostumbra­r el paladar de los españoles, en especial de los niños, a sabores menos dulces, a requerir menos azúcar en sus alimentos preferidos”. Jesús Francisco rodríguez Huertas, catedrátic­o de Fisiología del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de la Universida­d de Granada, aprovechó la presentaci­ón de un estudio para hacer una petición. El estudio revela que los niños españoles consumen al día 55,7 gramos de azúcares añadidos, más del doble que los 25 como máximo que recomienda la OMS. Por ello, este experto urge a las administra­ciones a limitar los azúcares que se pueden añadir a los alimentos y, sobre todo, que la industria detalle en la etiqueta las cantidades que lleva cada producto.

“Algo hacemos mal si cada vez sabemos más de nutrición y cada vez tenemos más obesidad infantil ”, aseguró maría dolores Mesa-garcía, catedrátic­a de Bioquímica y Biología Molecular del Instituto de Investigac­ión Biosanitar­ia de Granada que también ha participad­o en el estudio observacio­nal sobre El consumo de azúcar añadido en niños españoles (7-12 años) y densidad de nutrientes de los alimentos que contribuye­n a dicho consumo. De él se desprende que parte del problema es que los padres tienen una percepción aceptable o buena sobre determinad­os alimentos con una densidad nutriciona­l baja y que aportan muchos azúcares añadidos por ración. Entre otras razones porque, como recordó Marta Palma, otra de las autoras, “es difícil saber incluso para los investigad­ores cuántos azúcares añadidos lleva un producto porque no figuran en el etiquetado ni en ninguna base de datos”.

Por ello piden que se exija a la industria que detalle esa informació­n en todos sus productos y que los reformule para añadir menos azúcar.“esto se puede regular desde la Administra­ción, como ya se hizo con la sal, que se redujo de forma gradual por ejemplo en el pan para que el paladar de los consumidor­es se acostumbra­ra poco a poco a productos menos salados”, ejemplific­ó rodríguez Huertas.

“Si acostumbra­mos a los niños desde pequeños a un umbral dulce más bajo, luego podrán incorporar a su dieta alimentos con menos azúcares”, enfatizó Mesa-garcía. Porque su propuesta no es eliminar de la dieta productos que hacen disfrutar a los niños, sino espaciar su consumo, reducir el azúcar que llevan y elevar el contenido de otros nutrientes.

Pero no todo es tarea de la industria; también lo es de las familias. “Tendemos a pensar que lo sencillo y lo que hacemos en casa es saludable, pero al bizcocho casero también le añadimos azúcar, así que hemos de reformular nuestras recetas para quitar azúcar e incorporar plátano o frutas que aporten nutrientes beneficios­os además de dulzor”, ejemplific­ó la investigad­ora.

otros productos que los padres consideran como de calidad nutriciona­l normal sin serlo son las bebidas energética­s, las barritas de chocolate, los néctares de fruta, el cacao en polvo o los helados. Según el estudio, sólo el 35% de los azúcares añadidos que consumen los niños procede de alimentos con elevada densidad nutriciona­l (es decir, que además de azúcar aportan nutrientes importante­s) como los postres lácteos, los cereales del desayuno o las bebidas vegetales.c

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