La Vanguardia

Erdogan busca el remate

Kiliçdarog­lu, en desventaja, corteja el voto ultranacio­nalista como última carta

- Jo di Joan Baños Estambul. Corresoons­al

Recep Tayyip Erdogan y Kemal Kiliçdarog­lu protagoniz­an este domingo el electrizan­te duelo final de las elecciones presidenci­ales turcas. Sesenta millones de electores escogen entre dos sendas distintas, con consecuenc­ias para el orden mundial.

Pese a lo cual, en un país conservado­r, ambos rivales pretenden encarnar la continuida­d a su manera. La primera opción daría al actual presidente un segundo y último mandato –bajo la nueva Constituci­ón– para marcar época. 25 años al timón.

A su vez, Kiliçdarog­lu, como jefe del Partido Republican­o del Pueblo (CHP), pretende entroncar con el legado laicista y nacionalis­ta del general Atatürk y con el alineamien­to tradiciona­l con Washington. Todo ello con pinceladas socialdemó­cratas y liberales y, últimament­e, algún gesto xenófobo.

Kiliçdarog­lu hasta rescata calladamen­te la primera década del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Erdogan, al rodearse de ministros de entonces, que aspiran a repetir.

Erdogan, de 69 años –cinco menos–, parte con la tranquilid­ad de haber sacado 2,5 millones de votos a Kiliçdarog­lu en la

primera vuelta, cuando se quedó a unos cientos de miles de votos de convertirs­e automática­mente en presidente.

Asimismo, el AKP controlará el Parlamento con sus actuales socios del MHP, con la posibilida­d de pescar en el futuro en las aguas de una alianza rival demasiado heterogéne­a como para sobrevivir a la intemperie.

Tras cuatro días de mutismo, al no confirmars­e unos sondeos muy optimistas, Kiliçdarog­lu volvió al ruedo redoblando sus credencial­es antiinmigr­ación. Eso no evitó que el candidato ultranacio­nalista Sinan Ogan, que había cosechado un 5,2% de los votos, recomendar­a el voto para Erdogan. Pero sí que logró cerrar un acuerdo con el xenófobo Partido de la Victoria –que había apoyado a Ogan– para la repatriaci­ón de millones de refugiados sirios en un año.

“Los sirios se irán”, rezan los nuevos carteles de Kiliçdarog­lu. El jefe de la oposición también se ha comprometi­do a mantener la actual política de inhabilita­ción de alcaldes del HDP imputados por vínculos con el Partido de los Trabajador­es del Kurdistán (PKK).

Aun así, el líder del HDP, Selahattin Demirtas, ha vuelto a pedir desde su celda el voto para Kiliçdarog­lu, su baza para la excarcelac­ión. Sin embargo, no se descarta una desmoviliz­ación del electorado izquierdis­ta kurdo, que sería fatal.

Kemal Kiliçdarog­lu ha tenido que luchar contra una exposición de Erdogan en antena sesenta veces mayor. Además del uso partidista de recursos estatales. También se queja de que las telefónica­s bloquearon ayer la difusión masiva de sms en que prometía hacerse cargo de los intereses sobre los impagos en tarjetas de crédito.

Sin embargo, su cortejo a la ultraderec­ha ha terminado de abollar sus credencial­es socialdemó­cratas.

El optimismo ha cambiado de bando en la segunda vuelta, pero la oposición no tira la toalla

“Han convertido Turquía en un depósito de inmigrante­s”, clama el candidato, con prisas por hacer las paces con Bashar el Asad, paso previo a las repatriaci­ones. Erdogan, en cambio, busca salidas graduales, que no arruinen su reputación en el mundo suní.

En una campaña llena de puñaladas traperas, destaca la difusión en mítines de Erdogan de un burdo montaje en que la cúpula terrorista del PKK se pronuncia contra el AKP y a favor “del cambio”.

El caso es que desde el final de los combates en Siria han

Se teme una mayor depreciaci­ón de la lira, ya en mínimos, si Erdogan resulta reelegido

 ?? ?? Seguidoras de Erdogan en uno de los actos electorale­s de esta semana
Seguidoras de Erdogan en uno de los actos electorale­s de esta semana

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain