La Vanguardia

Una cerveza en vaso pequeño

- Mariángel Alcázar

Con los años, las pequeñas manías se enquistan y te acabas convirtien­do en una persona maniática. O eso es lo que te hacen creer en aquellos bares, restaurant­es y demás centros abiertos para dar de comer y de beber en los que no es posible pedir justo la cantidad de cerveza que te apetece. Parece misión imposible que te sirvan un vaso pequeño (menos que un quinto, que parece ser la medida mínima), cuando pides cerveza de barril y, por lo tanto, puede cortarse el grifo a discreción. No hay manera, aunque aclares que pagarás el mínimo establecid­o antes de que, en el mejor de los casos y de mala gana, te recuerden que pidas lo que pidas tendrás que abonar el precio marcado.

La cerveza me gusta en verano, pero solo aprecio los dos o tres primeros sorbos, el resto me sobra. Claro que podría dejarla en el vaso, pero no acabo de entender qué dificultad supone servir solo la cantidad solicitada. No pasa lo mismo con las mil y una variedades de tocargas mar café: corto, negro, largo, americano, descafeina­do, cortado, con leche entera, descremada, de soja, de avena; en taza, en vaso de caña; para tomar in situ o para llevar. Pidas lo que pidas no te miran igual de mal que si enuna cerveza mini. Aunque, desde que una vez un camarero me contó que, a falta del producto solicitado, servían lo que fuera y el cliente ni se daba cuenta, empiezo a pensar que, cuanto más puntillosa eres con el pedido, más te toman el pelo.

Por eso nunca bebo café en un establecim­iento público más allá del mediodía, no sea que me cuelen cafeína y luego me cueste dormir enredada en mis preocupaci­ones, sin sospechar que, esta vez, quien me ha engañado ha sido un camarero al que le importo un pito.

Quizá sea por eso por lo que, además de maniática, soy persona de una lealtad perruna a establecim­ientos de hostelería en los que, después de los años, ya nos hemos tomado la medida mutuamente. Esos en los que nada más sentarte, ya te sirven un vaso de los de sidra con tu poquita cerveza; los que no te colocan el pan y las olivas porque saben que eres de las que no dejan pasar una tentación y, además, te saltas tus propias normas en cuanto hay confianza.c

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain