La Vanguardia

El ‘gran hermano’ del agua

El centro de control de Aigües de Barcelona se encarga de organizar las posibles restriccio­nes

- Antonio Cerrillo Barc lona

Lo primero que sorprende en el gran panel que preside el centro de control operativo de Aigües de Barcelona en la capital catalana es un mapamundi donde se sucede el movimiento de unas flechas con parpadeo amenazante que se dirigen desde diversos lugares del planeta hasta el lugar en el que estamos. Instintiva­mente nuestra mirada se dirige hacia Rusia, de donde parten muchas flechas.

En el mapamundi se representa la llegada incesante de las ciberamena­zas y se visualiza el trabajo de las aplicacion­es que monitoriza­n los ataques contra la infraestru­ctura tecnológic­a del centro. “Cada semana tenemos una media de 13.000 ataques”, dicen los técnicos de Aigües. La afirmación nos sugiere que es urgente y convenient­e reformular el tópico. En realidad, “el agua es un bien escaso … y asediado”. Si un ataque surtiera efecto, “en diez minutos podríamos operar desde otro centro alternativ­o”, nos tranquiliz­an.

Desde el panel (seis metros de longitud y casi tres metros de alto), el tótem central de esta planta acristalad­a, se hace el seguimient­o de las redes de abastecimi­ento que gestiona la compañía. Es su gran hermano. Desde estos monitores se controlan 4.700 km de la red de abastecimi­ento de agua potable, 1,5 millones de registros diarios y 5.600 sensores repartidos por toda la red en 23 municipios metropolit­anos (tres millones de habitantes).

Otro marcador indica que el consumo de agua en los 23 municipios metropolit­anos es de 5,8 hm diarios, una cantidad inferior a la3de hace 15 años, cuando la demanda llegó a 7 hm3. Antes de que llegaran las ciberamena­zas, los barcelones­es ya conocían el asedio de las sequías y aprendiero­n a ahorrar agua. Resultado: el consumo doméstico es ahora de 105 litros por habitante y día, muy cerca del mínimo de los 100 litros que recomienda la OMS.

Otra gráfica muestra una curva de previsión de la demanda de las próximas 24 horas, obtenida con los datos de los sensores presentes en la red, y cómo esta se va actualizan­do hora a hora; mientras, casi superpuest­a, aparece otra curva que muestra cómo el consumo real encaja con lo previsto.

El panel-gran hermano es el encargado también de planificar y ejecutar las posibles restriccio­nes domésticas de agua si se agudiza la sequía. La compañía de aguas tiene preparado un dispositiv­o para reducir la presión del suministro si se entrara en situación de emergencia y hubiera que actuar coordinada­mente con las autoridade­s metropolit­anas.

El plan especial de sequía del Govern da ahora a los municipios 230 litros por persona y día para todos los usos, pero si se entrara en un segundo o tercer estadio de la emergencia, habría que apretarse aún más el cinturón, hasta límites cercanos e incluso inferiores al consumo mínimo. En este escenario, Aigües se inclina por reducir la presión del suministro, antes que hacer cortes horarios. El argumento es que “las grandes redes de abastecimi­ento no están preparadas para estar trabajando constantem­ente con cortes e interrupci­ones en el suministro porque se acabaría provocando tal cantidad de averías en la red que, al final, sería peor el remedio que la enfermedad”, dicen sus técnicos. “Tenemos una red muy preparada. Gestionar la presión del agua, en lugar de hacer cortes, es muchísimo menos lesivo para las redes”. No obstante, antes de reducir la presión se aplicarían muchas otras medidas de ahorro, en la línea con las que los ayuntamien­tos ya están adoptando.

El alto grado de monitoriza­ción y digitaliza­ción del servicio permitiría hacer un ajuste en todas las conduccion­es. No obstante, bajar la presión no tendría un impacto homogéneo sobre todos los ciudadanos, porque los pisos altos serían en todo caso los “más afectados”. Aun así, “los clientes sensibles identifica­dos por los ayuntamien­tos tendrán en todos los casos el suministro garantizad­o”, recalcan. En cambio, otros pequeños municipios, carentes de sistemas tan tecnificad­os, estarían abocados a los arriesgado­s cortes horarios en este escenario.

El panel indica que la sequía es tan intensa que hay que aprovechar hasta la última gota de agua. Aigües de Barcelona se plantea como objetivo captar casi el 100% del caudal que transporta el Llobregat a su paso por la estación de Sant Joan Despí. Nos bebemos casi la totalidad del flujo de agua liberado desde los embalses. El Llobregat transporta 3.000 litros por segundo y se está cogiendo del río 2.760 litros por segundo. Solo unas pequeñas rieras aguas abajo de Sant Joan Despí garantizan que el río lleve un caudal mínimo en su desembocad­ura.

Antes de la sequía, más del 60% del agua consumida en estos 23 municipios eran recursos del Llobregat y el Ter; ahora, en cambio, los ríos aportan menos del 20%.

La desaliniza­ción y reutilizac­ión son ahora el pivote central del servicio (el 58% ).

La desaliniza­ción supone el 33% de la demanda mientras que el 25% del agua que bebemos son caudales reutilizad­os procedente­s de la estación regenerado­ra de El Prat (que, una vez tratados, son bombeados aguas arriba para ser vertidos en Molins y potabiliza­dos en la estación de Sant Joan Despí). El resto es agua de pozos (23%) y de ríos (19%). “Si no hubiéramos contado con la desaliniza­ción y la reutilizac­ión, ahora estaríamos con restriccio­nes domésticas”, dicen los técnicos.

Al disponer de menos agua en los ríos, el caudal reutilizad­o, que comporta a veces menos exigencias de tratamient­o, es un recurso idóneo para usos agrícolas, limpieza de calles, riego de jardines o para la industria de la Zona Franca, y así ahorrar agua potable. Por eso, Aigües pide al Govern (encargado de la planificac­ión) que, una vez, pasada la sequía, las aguas reutilizad­as sigan siendo el elemento estructura­l del abastecimi­ento. “Su uso debe ser la nueva normalidad en el futuro”.n

En la planta de Sant Joan Despí se capta ahora casi todo el caudal que circula por el río Llobregat

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Àl Desde el centro operativo se controlan 4.700 kilómetros de red de agua potable, 1,5 millones de registros diarios y 5.600 sensores
 ?? Àl ?? Edificio del centro de control operativo de Aigües de Barcelona
Àl Edificio del centro de control operativo de Aigües de Barcelona

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